Si bien la violencia estatal en Turquía contra el movimiento kurdo es sistemática, existen momentos en las que ésta recrudece. Y con unas elecciones presidenciales por delante, los mecanismos represivos se aceleran.
Desde que asumió Netanyahu, las fuerzas militares israelíes reforzaron sus métodos represivos de persecución y asesinatos de palestinos y palestinas. Además, el gobierno redobló su política de ocupación ilegal y colonización de áreas de Cisjordania.
La aldea donde fueron secuestrados, golpeados y subidos al helicóptero había sido evacuada a la fuerza por el Estado turco en 1989, una metodología común en el país para arrasar con las historias de las minorías étnicas.
Steinbeck retrata a las y los miles de migrantes que recorrían las carreteras en autos y camiones destartalados, los campamentos que levantaban donde la realidad se los permitía, las penurias del hambre y la falta de sanidad, y la muerte que miraba desde los ojos de bebés recién nacidos.
Abd-el-Krim es algo más que un símbolo, es algo más que un mito, porque fue el hombre que luchó contra algo que parecía imposible. Fue capaz de unir a todas las tribus rifeñas, algo que, hasta ese momento, no había sucedido.