Filmes grises, proyectos mal pasteurizados y almas en pena, es todo lo que vislumbro en Hollywood a día de hoy, con alguna que otra excepción, claro está.
Es de las peores realizaciones del siglo, por encima de muchas otras consideradas abominables, por el mero hecho de que, además de ser mala en aspectos formales, podría verse como algo puramente racista.