Fenner Brockway (1888-1988) fue un personaje dedicado en su larguísima vida a multitud de causas. En 1907 ingresó en el Partido Laborista Independiente, y se vinculó también a la Sociedad Fabiana.
La mujer tendría los mismos deberes que el hombre, pero también idénticos derechos. Y entre estos derechos estaría el de pensar y el derecho a opinar, sentenció Matilde Huici.
Defendió la idea de que esa limitación de la jornada laboral era la base de todo progreso social. Además, consideró que el día que se conquistara este objetivo seguirían después el resto de libertades.
Se consideraba que no era posible inhibir a la mujer de la lucha política, como no era ajena a la lucha social. Era trabajadora, ya fuese manual, ya intelectual, quisiera o no. Así pues, había de ser ciudadana, lo pidiese o no.
Enrique de Francisco se consideraba feminista por “imperativos de la razón y del sentimiento”, y creía que todo era poco para homenajear a la mujer fuera de donde fuese.
Nelken dejó claro que no se trataba de si la mujer debía o no entrar en el taller, puesto que eso ya era una realidad, lo que verdaderamente importaba era saber en qué condiciones debía realizarse el trabajo femenino.