lo del respeto del MASUFA por la sociedad española sólo podemos juzgarlo personalmente y sin consecuencias legales, pues contra él, haga lo que haga, nunca podremos reclamar una sentencia de los tribunales.
Escucharse a sí mismos es un placer irrenunciable para los habitantes de la jaula de egos en tiempos revueltos que es el Congreso y tanto vicio tiene un precio: el de que te puedan recordar los excesos para que se te caiga la cara de vergüenza al suelo.
El problema que arrastramos es que un Reino como el de España no se reconocería a sí mismo si no siguiera batiendo récords de inmovilismo legislativo de alto nivel porque algo tendrá que ver con esta “enfermedad”, digo yo y dicen muchas, aquel truco “de la ley a la ley”.
puede implicarse en un golpe de Estado, ocasionar desde una hasta miles de víctimas mortales y triunfar o fracasar, pero, si le da la gana, seguir en La Zarzuela sin verse obligado a declarar ante ninguna autoridad de su Reino de España.
Señor Sánchez, ¿le importaría a usted aprovechar este “reemplazo” de la sedición para no “reemplazar”, sino para anular radicalmente el privilegio del rey y obligarle a comparecer ante la justicia como cualquier otro español que pueda ser sospechoso de haber cometido algún delito?.
He llegado a la conclusión de que González y Guerra, desesperados por las derrotas del 77 y el 79, decidieron aliarse con un Juan Carlos I que no paraba de intrigar con Armada y otros militares franquistas.