Abel Aparicio

Un libro de historia en cada cuneta

Dejad las cosas como están, olvidad que aquí unos militares apoyados por los caciques y por la Iglesia Católica dieron un Golpe de Estado en julio de 1936 que fue planeado mucho antes, como mínimo, desde la derrota en las elecciones celebradas en febrero de ese año. Aceptamos la democracia siempre y cuando el poder esté custodiado por nosotros, debieron pensar.