¿Quién mueve los hilos? La guerra oscura

Por Joaquín Isaac – @J1isaac

Guerra, muerte, masacre, destruir, deshacer, el mismo error repetido una y otra vez, a causa de una lectura falsa del funcionamiento energético del universo y de todo lo que lo constituye, incluido el ser humano.

Las guerras tribales han perdurado en el tiempo y se mantienen bajo diferentes apariencias, una de ellas es el enfrentamiento por causas religiosas, las cuales están avaladas y sustentadas por unas filosofías nacidas de la necesidad de supervivencia en el inicio de estas, derivando después en diferentes religiones gobernadas por unas castas jerarquizadas, encaminadas a mantener el poder obtenido mediante la utilización del deseo transcendental del ser humano que necesita creer en seres superiores, para que les protejan de sus propios desatinos ofreciéndoles una seguridad mas ficticia que real.
El paso hacia la religión, de la filosofía primigenia, hizo que se configuraran núcleos cerrados dirigidos por castas sacerdotales que influyeron en sus seguidores consiguiendo que estos defendieran y adoraran hasta la muerte, verdades consideradas absolutas y únicas que siguen provocando luchas sin sentido. Pero los desastres y el horror producido en la actualidad no es mas (a pesar del inmenso dolor creado) que el cascarón o la parte perceptible de una intención mas profunda e invisible, que lleva al intento oculto de poseer el poder de ciertos pero invisibles personajes oscuros.

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