La crisis financiera provocada por la especulación de 2008 está lo suficientemente cerca en el tiempo como para que se puedan comparar las políticas adoptadas los años siguientes con las que se han aplicado durante la recién concluida Legislatura.
Por María Ángeles Castellanos
La EPA vuelve a mostrar el dinamismo del empleo en España, la serie histórica nunca había mostrado una cifra tan elevada de personas asalariadas, así el segundo trimestre de 2023 concluye con más de 17.850.000 personas asalariadas lo que supone un récord histórico.
Esta no es la única cifra histórica, en 2023 también se alcanza la mayor cifra de personas asalariadas con contrato indefinido y la cifra más baja de personas con contrato temporal.
Récord de empleo y récord de empleo indefinido lo que ha situado la temporalidad en el 17%.
Estas cifras son incontestables y no son fruto del azar, son el producto de las negociaciones en el seno del diálogo social y de la acción política diseñada con el objetivo de mantener, incrementar y mejorar el empleo protegiendo también a las empresas.
Si no se hubieran adoptado medidas para mantener a las empresas y el empleo durante la pandemia, sin las posteriores políticas de estímulo y protección hoy estaríamos hablando de una realidad mucho más dura.
Y todo esto se ha desarrollado al tiempo que las empresas han aumentado sus beneficios y sus márgenes empresariales lo que a su vez señala que queda camino por recorrer para seguir avanzando en empleo decente con mejores salarios.
La crisis financiera provocada por la especulación de 2008 está lo suficientemente cerca en el tiempo como para que se puedan comparar las políticas adoptadas los años siguientes con las que se han aplicado durante la recién concluida Legislatura.
En el peor momento para el empleo en la anterior crisis la cifra de personas asalariadas bajó de los 14 millones de personas, en 2023 hay más personas indefinidas que todas las personas asalariadas que había trabajando una década antes.
En el análisis a más corto plazo, comparando con los datos de hace cuatro años, hay 1.250.000 personas ocupadas más que las que había en el segundo semestre del 19 esto supone un crecimiento del 6% y si profundizamos en estos datos, por tipo de jornada, todo el crecimiento de la ocupación se ha producido en la jornada completa incluso ha habido un trasvase de ocupados que lo eran a jornada parcial y han pasado a jornada completa.
Por sexos ha sido mayor el crecimiento entre las mujeres, así la ocupación ha crecido un 8% entre las mujeres y si atendemos al tipo de jornada, la ocupación a jornada completa ha crecido un 12%, esto supone que en los últimos cuatro años el número de mujeres ocupadas a jornada completa ha crecido en más de 850 mil.
Las mujeres no obstante siguen siendo mayoría en las jornadas parciales debido sobre todo a las cargas de cuidados, aquí tenemos otra de las realidades que hay que cambiar para avanzar en igualdad y en trabajo decente.
Todos los indicadores son contundentes, hay avances, eso no significa que la meta final se ha alcanzado, significa que se va por el camino adecuado por mucho que desde la derecha mientan y manipulen para hacer creer a la ciudadanía otra cosa.
Resulta patético el empeño que muestran los voceros de la derecha para encontrar un número que de pábulo a sus argumentos, llegan al extremo de decir que si hay gente que está de vacaciones en la semana de referencia en la que se realiza la EPA esto supone que son falsos ocupados. ¿Pretenden acabar también con el derecho a las vacaciones?
Si algo se demuestra con estos intentos absurdos de negar la evidencia es que los datos son buenos.
La repercusión de la estabilidad en el empleo lograda con la reforma laboral así como la evidente creación de empleo y reducción del paro también tienen efectos en el consumo y por tanto en la economía en general.
El Banco de España analiza el impacto en el consumo del dinamismo reciente del mercado laboral y uno de los aspectos que estudia es el resultado de la Encuesta de Expectativas de los Consumidores (CES) que elabora mensualmente el Banco Central Europeo(BCE), según la cual la probabilidad media de perder el empleo percibida por los individuos ha mostrado un perfil descendente en España desde principios de 2021, esta tendencia ha sido más intensa entre quienes tienen menores ingresos, menor edad y género femenino, es decir, han mejorado las expectativas de las personas que parten de una situación más vulnerable.
Las causas para estas mejores expectativas las sitúa el BCE en la reducción del paro y en el incremento del empleo indefinido.
Esta evolución del empleo afecta a las decisiones de consumo de los hogares, y así lo confirma en su informe el Banco de España que señala que el consumo aumenta a medida que baja la probabilidad de perder el empleo. También señala que este incremento de la propensión al consumo se concentra más en los bienes no esenciales y de carácter duradero.
Cuantifican esta relación de tal forma que una reducción de 10 puntos porcentuales en la probabilidad de perder el empleo la ratio de consumo sobre la renta se eleva en 0,4 puntos porcentuales y el 45% del incremento se destina a bienes duraderos.
La mejora en las expectativas de trabajadores y trabajadoras ha permitido un incremento del consumo que ha contrarrestando parcialmente el impacto negativo que otros factores (en particular, el repunte de los costes de financiación y la elevación del nivel de precios).
En otro de sus artículos el Banco de España simula el efecto que ha podido tener el aumento de la estabilidad del empleo sobre el gasto de las familias, en este artículo se apunta que en aquellos hogares en los que el cabeza de familia ve su contrato convertido de temporal a indefinido, se estima un aumento de la ratio de gasto sobre renta de alrededor de un 20% en torno al trimestre en el que se produce dicha conversión.
En el informe se cuantifica para 2022 el impacto en el consumo del aumento de los contratos indefinidos y situándolo entorno a los 2.000 millones de euros. En este mismo artículo se apunta que las simulaciones presentadas sugieren que el aumento del número de trabajadores con contrato indefinido ha podido contribuir al sostenimiento del gasto durante 2022.
Por tanto el efecto sobre el consumo es doble, el consumo crece por las expectativas de tener y mantener el empleo y por el hecho de que ese empleo sea indefinido.
Existen muchos retos porque no hemos llegado a la situación óptima en el empleo, pero eso no significa que no hayamos experimentado avances notables en los últimos años y esos avances están muy vinculados a decisiones políticas cargadas de una ideología concreta que ponen en el centro a las personas y no a las élites económicas, la perfección no se ha alcanzado y está lejos, pero negar los avances y las mejoras reales en el día a día de millones de personas es absurdo e interesado.
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