Desafiando las prohibiciones del gobierno, miles salieron a las calles a marchar contra la dictadura, por lo que, de inmediato, comenzaron a observarse columnas de humo negro que se levantaban en algunos sectores de N’Djamena, y a escucharse durante prácticamente todo el día el estallido de granadas de gases lacrimógeno.
Por Guadi Calvo / Línea Internacional
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