Celestino Alfonso, el republicano español del Affiche Rouge

Celestino decidió entrar en la Resistencia Francesa que combatía al invasor alemán, adoptando el nombre de Pierrot, aunque fue capturado, en enero de 1941, y deportado a Alemania, donde fue internado en un campo de concentración

Por Angelo Nero

Celestino Alfonso Matos había nacido un primero de mayo -20 años después de la histórica huelga de Chicago- de 1916, en un pequeño pueblo de Salamanca, Ituero de Azaba, en el seno de una familia humilde, hijo de Ventura Alfonso y Faustina Matos. Aprendió el oficio de carpintero, y para escapar de la miseria su familia emigró a Francia a principios de la década de los treinta.

Cuando contaba apenas con 18 años ingresó en las Juventudes Comunistas Francesas, y pronto destacó en su militancia, pues fue nombrado responsable del grupo de la localidad de Ivry-sur-Seine, en la región parisina de Île-de-France.

Su compromiso político le llevó, dos años más tarde, en agosto de 1936, a regresar a España, donde un golpe militar contra la República había desatado una guerra civil, y se inscribió en las Brigadas Internacionales, sirviendo como sargento en una unidad de ametralladoras. También destacó en el frente, y fue nombrado teniente al año siguiente, hasta que fue herido en su mano derecha y fue destinado a intendencia. Alcanzó el grado de capitán y fue nombrado Comisario político de la Segunda Brigada Internacional con tan solo 22 años.

Las Brigadas Internacionales fueron desmovilizadas en septiembre de 1938, tras el Pacto de Munich, aunque Celestino Alfonso no regresó a Francia hasta febrero de 1939, siendo internado, como otros muchos republicanos españoles, en el campo de Saint-Cyprien, del que no tardó en evadirse.

El 14 de junio de 1940 el ejército nazi entra en París, consumando la ocupación de Francia, que duraría cuatro largos años. Celestino decidió entrar en la Resistencia Francesa que combatía al invasor alemán, adoptando el nombre de Pierrot, aunque fue capturado, en enero de 1941, y deportado a Alemania, donde fue internado en un campo de concentración, del que también se evadió seis meses después, para regresar a París con la intención de seguir combatiendo a los nazis.

Entró en contacto con el grupo Communist Francs-Tireurs et Partisans de la Main d’Oeuvre Immigrée (FTP-MOI), dirigido por el armenio Missak Manouchian, y formando parte de uno de los comandos especiales junto con otro veterano de las Brigadas Internacionales, el judío alemán Leo Kneler, el italiano antifascista Spartaco Fontanot y otros dos judíos, el polaco Marcel Rayman y el francés Raymond Kojistky. Uno de sus primeros objetivos fue el general Ernst von Schaumburg, comandante del Gran París, al que intentaron neutralizar el 28 de julio de 1943, arrojando una granada al paso de su coche. Aunque todo parece indicar que el general salió intacto del atentado, al viajar en otro vehículo.

Bajo la dirección de Manouchian, responsable militar de los FTP-MO, dos meses después, el 28 de septiembre, un comando integrado por Celestino Alfonso, Léo Kneler y Marcel Rayman logran acabar con la vida del Standartenführer-SS coronel Julius Ritter, máximo responsable del reclutamiento de mano de obra esclava en Francia, para enviar a las fábricas alemanas.

La ejecución de Ritter desató una represión feroz por parte del ejército alemán y de la policía del régimen de Vichy, que llenaron París de carteles con los rostros de 23 miembros grupo de Manouchian, el famoso Affiche Rouge, entre los que figuraba la foto de Celestino, y debajo señalaba que se trataba de un “rojo español, responsable de siete atentados”. El 2 de octubre, en represalia, fueron ejecutados 50 prisioneros del campo de Romainville, y ese mismo mes fue detenido Celestino Alfonso, cuando salía de la casa donde vivía con su mujer, Adoración Arias, y su hijo Jean. Sus compañeros señalados en el cartel rojo también serían detenidos ese mes de octubre.

El 17 de febrero de 1944 un tribunal militar alemán iniciaría una farsa de juicio contra el grupo del FTP-MOI, encabezado por Missak Manouchian, en el Hotel Continental, y cuatro días después condenarían a muerte a los 23 acusados, ordenando que se cumpliera de inmediato la sentencia. El 21 de febrero, Celestino Alfonso y sus compañeros fueron fusilados en el fuerte del Mont Valérien, en Suresnes, un suburbio del oeste de París, mientras que la única mujer condenada, la italiana Olga Bancic fue enviada a Stuttgart, donde fue decapitada. Celestino tenía tan solo 27 años.

Ochenta años después, el estado francés reconoció la gesta del grupo de Missak Mannouchian, y sus cenizas fueron enterradas en el Panteón de Ilustres de París, el 21 de febrero de este 2024, mientras que el nombre de sus compañeros, incluido el español Celestino Alfonso, fueron inscritos en las paredes del Panteón como homenaje a los extranjeros que dieron su vida en la Resistencia Francesa, en una ceremonia presidida por la máxima autoridad de la República, Emmanuel Macron, que sorprendió a todos con un emotivo alegato antifascista en el que reconoció el papel de la resistencia comunista en la liberación de Francia.

Antes de morir, escribió esta carta a su familia, que se conserva en el Museo Nacional de la Resistencia, en Champigny-sur-Marne.

21 de febrero de 1944

Estimada esposa e hijo, Hoy a las 3 en punto me fusilarán, solo soy un soldado que muere por Francia. Te pido mucho coraje, como lo que tengo yo, mi mano no tiembla, sé por qué muero y estoy muy orgulloso de ello. Mi vida ha sido algo corta, pero espero que la tuya sea más larga. No me arrepiento de mi pasado, si pudiera vivir de nuevo, volvería a hacer lo mismo. Me gustaría que mi hijo tuviera una buena educación, entre todos lo conseguirás. Mi querida esposa, vende mi ropa para conseguir algo de dinero. En mi paquete encontrarás 450 francos que deposité en Fresnes. Mil besos para mi mujer y mi hijo. Mil besos para todos. Adiós a todos.”

En 1945, tras la liberación de París, el14 de mayo se concedió a Celestino Alfonso el título de “muerto por Francia” y el 27 de julio se puso su nombre a un calle de Ivry-sur-Seine.

El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, en el acto de homenaje.

El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, participó en la ceremonia del 21 de febrero en el Mont Valérien de París, en honor de Missak Manouchian y su grupo de combatientes, “para reconocer el valor de las personas que defendieron con su vida la libertad y la lucha contra el fascismo y el nazismo, y reconociendo la entrega de un héroe español, al que hoy se da reconocimiento aquí en París, un acto al que no podría estar ausente el Gobierno de España”, señalando que Celestino Alfonso debe ser un ejemplo para las generaciones futuras, y que la historia hay que recordarla siempre para evitar los errores y para vanagloriar a quienes con su sangre y su lucha permitieron que nosotros hoy podamos disfrutar de la democracia”.

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