Catuxa Salom: “Este proyecto es una fusión entre los ritmos latinoamericanos, el folclore gallego y la electrónica”

Entrevistamos a Catuxa Salom, cantante y compositora, que fusiona los ritmos tribales latinoamericanos con el folk gallego y la electrónica.

Por Angelo Nero

Eu vin para a aldea a vivir / A vivir unha vida tranquila / E o único que eu quero caramba / Unha vida miña / Cansada do ruído dos autos / De sempre andar as presas / Prefiro plantar uns allos / Que traballar pa calquera”, dices en “Nunha aldea”, una canción que tiene mucho de himno, de reivindicación del rural, pero que también es una invitación a bailar. ¿Cómo fue esa apuesta por la aldea, y por desarrollar tu proyecto musical desde allí?

Soy gallega, aunque viví diez años en Madrid, y cuando fue la pandemia, vivir allí de la música se estaba volviendo bastante complicado, y decidí hacer lo que siempre quise, que era ir a vivir al rural, y con unos colegas alquilamos una casa en el concello de A Pontenova, sin tener ni idea de adonde íbamos. Yo no fui a la aldea pensando seguir dedicándome a la música desde allí, pero claro, estando en la aldea era súper inspirador, pasaban muchos sucesos, experiencias, y de ahí fui componiendo y surgió el proyecto. No hubo una intención de crearlo, sino que fue bastante orgánico.

Tu música tiene sus raíces en la tierra, pero esta tierra es lo suficientemente grande para que crezcan muchos ritmos diferentes, ya que esas raíces son gallegas y también argentinas, y de ahí salen sonidos tribales de América Latina, mezclados con la tradición gallega, e incluso con la electrónica. Aunque he leído que tu música se define como folktrónica, creo que rompe las costuras de cualquier etiqueta. ¿Podrías definir esa mezcla de tambores tribales, loops e incluso gaitas, o realmente lo que quieres y salirte de los catálogos y crear tu propia propuesta?

No quiero categorizarme, ni considero que vaya a hacer una propuesta propia, porque no estoy inventando nada, todo es inspiración de cosas que ya existen, y lo mejor al fusionarlas parece algo nuevo, pero es simplemente una fusión que está inspirada en mis raíces y en el folclore gallego. Así que defino este proyecto como una fusión entre los ritmos latinoamericanos, el folclore gallego y la electrónica y, a partir de ahí, vuestra imaginación. Porque considero este proyecto como un organismo vivo que sigue cambiando y mutando, así que lo próximo que veáis probablemente os sorprenda.

Cuando vivías en Madrid tenías una banda de country, parece que con tu nuevo proyecto hay un cambio de registro, o quizás no tanto, ya que el country también es música de raíz, ¿no? Cuéntanos cómo fue esta evolución musical.

Mi infancia estuvo rodeada de folklore argentino, de los Nocheros, Mercedes Sosa, Violeta Parra. Desde los 14 años comencé a investigar mucho sobre el blues, el funk, y me metí mucho en este mundo de la música negra, y cuando ya tenía 21 años estaba en una escuela de teatro, conocí a través de Internet, de una página de músicos, a la chica que tocaba el banjo, y formamos esta banda de «country ibérico», como le llamábamos, porque a ella le gustaba mucho el country, y yo venía de muchos discos de blues, soul y funk, y esta banda nació así.

Hasta el día de hoy sigo cantando country, y todavía me inspiro en mucha música del delta del Mississippi, porque me gusta tanto que no puedo evitar volver a ese registro sonoro, creo que es música que realmente conecta el alma. Todavía me inspiran estos sonidos, no soy una persona que dice: bueno ahora solo escucho folk, para nada, de hecho probablemente sea lo que menos escucho, porque me encanta mamar los ritmos y la música que me sorprenda.

La elección del idioma, como vivir en Madrid o en un pequeño pueblo de Lugo, también es una declaración de intenciones, cantas en gallego o portugués, pero también en español o francés. ¿Qué importancia le das al lenguaje como vehículo para transmitir tus inquietudes, tus sentimientos?

Para mí, el lenguaje y, sobre todo, la voz, están conectados con el alma y el corazón. Escuchando la voz de una persona puedes tener mucha información, sin siquiera entender el idioma. Soy una persona que ha viajado mucho por el mundo, viví en Francia, y tengo bastantes idiomas en la cabeza que cuando me inspiro salen, y es verdad que mi lengua materna es el español , porque mis padres son argentinos. No hablé gallego hasta la escuela. Pero ¡viva los idiomas!, me parece súper enriquecedor, y todo el mundo debería tenerlo claro, porque es una forma muy sana de crecer y abrir la mente.

Mira que veñen as nenas baixando do barco / Mira que levan as magoas por dentro da pel / Son as piratas que esconden as balas no taco / Son as mulleres que levan a loita na pel”, dice la letra de «Mulleres Piratas». ¿La reivindicación de esa lucha también está grabada en tu piel?

Sí, supongo que inconscientemente cuando compongo lo hago en base a mis experiencias, porque soy feminista, aunque no estoy en el activismo político feminista porque, francamente, no tengo tiempo. Pero soy muy consciente del trabajo de las mujeres, especialmente en la industria de la música.

Cuando describí vuestra propuesta, acompañando a las vascas Neomak, no podía dejar de recordar proyectos que acabo de descubrir, como el de Fillas de Cassandra, además de artistas como Sheila Patricia, o, incluso, me recordaba a los directos de Amparanoia. . ¿Qué influencias hay en tu música, y dentro del panorama actual, con quién sientes más afinidad?

Siento mucha afinidad con proyectos como Bomba Estéreo, como La Yegros. Es que es tan personal que mis influencias son de la gente que me rodea, de mis vivencias, no tengo una influencia clara en mi música, no me comparo con nadie, escucho música muy random, en todos los idiomas , de todas partes , no me cierro. Entonces no podría decir una influencia específica en mi música, simplemente escucho lo que me gusta, lo guardo, escucho una canción muchas veces. Ahora estoy escuchando mucho a Stromae, me parece que tiene cosas muy interesantes, a nivel de directo, creación y producción. Estoy con la influ Stromae en este momento, a tope.

Estudiaste sociología y teatro, ¿de qué manera influye la primera en la composición de tus temas, esa mirada del campo al mundo, y la segunda en la interpretación, y en la interpretación, en tu forma de estar sobre el escenario?

Yo no me considero socióloga, me considero estudiante de sociología, porque la sociología es una profesión que requiere mucha dedicación, mucho tiempo. Yo tengo una perspectiva sociológica, inevitablemente, porque estudié, y el fin es hacerte consciente de cómo la sociedad está armada en muchas cosas, y se ve muy claro en muchas estructuras de poder, en muchas estructuras económicas. Es en ese marco que analizo y construyo mi mirada, porque me gusta jugar, por ejemplo, poniendo en escena una propuesta donde hay tres mujeres en escena, que a nivel sociológico, para cualquiera, es una bomba que te revienta el cerebro, porque es algo que trastorna. Trabajo mucho desde la disrupción. Cuando das algo por sentado y alguien hace algo que no se da por sentado, es una disrupción .

En este concierto de As Pedriñas, en Mos, aunque vuestro proyecto tiene varios formatos, te acompañaba una percusionista realmente notable, y una contrabajista notable, y parecía que había muy buena química entre vosotras. Me gustaría que nos hablaras de ellos.

Son Yudit Almeida al contrabajo y Lucía Cortiñas a la percusión. Son mis compañeras, nos llevamos muy bien, tenemos un trabajo emocional y profesional muy potente entre nosotros. Nos quedamos fines de semana enteros a ensayar, son muy creativas, y me ayudan mucho a darme ideas para el directo, y eso se transmite, la verdad. Sí, tenemos una muy buena relación entre nosotras, y solo recordarlas me hace sonreír, porque son increíbles y como músicas son excepcionales. Estoy sumamente agradecida de que estén en mi proyecto y que estén en todos los proyectos del mundo, porque son mujeres que todo el mundo necesita conocer. Son personas increíbles y músicas también.

Ya has hecho muchos conciertos con la propuesta de Catuxa Salom. ¿En qué escenarios has presentado tus canciones y cuál ha sido la acogida del público?

De todo tipo, desde el Arca de Noé, hasta diferentes festivales. Este año estaremos en festivales bastante potentes, que aún no puedo mencionar porque aún no han salido los carteles, pero la verdad es que la acogida del público es fantástica, porque siempre están sonriendo, y se nota que les llega. Al final de un concierto, ¿qué te llevas? ¿un solo de saxofón o guitarra? No, lo que te llevas del concierto es cómo te sentiste, el recorrido que tuviste, cómo sonreíste, cómo estabas. Entonces yo creo que la gente viene de una manera, y si se va de otra manera, es como que se lleva la onda en los conciertos, y eso para mí es brutal, como el público me hace volar, me da todo, y cuando lo dan todo yo doy más, y entonces se genera una sinergia súper mágica.

Cuéntanos, para terminar nuestra conversación, sobre tus proyectos a corto y medio plazo, sé, por ejemplo, que estás a punto de sacar un disco…

Ahora mismo estoy en proceso de composición, y no puedo decir más, sí hay algunas cosas pensadas, pero no voy a decir nada, así que… ¡sorpresa!

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