Carta de un católico rojo: la misa y las procesiones pueden esperar

Por Pablo Pedraza

Debido a la cuarentena y al confinamiento, medidas optadas para hacer frente al Covid-19 (más conocido como coronavirus), las iglesias han cerrado, las misas se retransmiten por la televisión u online y las procesiones (que no la Semana Santa) se han cancelado. Todo esto son movimientos lógicos.

Pero lo que me preocupa es el comportamiento y la actitud de muchos cristianos. Indignados con que las iglesias cierren, actuando como si se acabase el mundo. Y la forma de actuar del mundillo cofrade es muchísimo peor: es como si le hubiesen quitado su propia vida. Aquí no vengo a menospreciar el sentimiento de la gente, no es mi intención pero, como cristiano, me veo un poco en la obligación de hacer una pequeña llamada de atención.

Cristo, cuando estaba presente físicamente en cuerpo humano hace unos 2000 años, lo que criticaba de la jerarquía religiosa judía y de los fariseos es que anteponían la ley al ser humano; primero la norma, después la persona. Jesús decía que la ley está al servicio de la persona, no al revés. <<El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado>> (Marcos 2:27).

Los ritos, las ceremonias y algunas excentricidades que nos alejan de los nuestros tenemos que apartarlas. Una misa o una procesión nunca estarán por encima de una persona, en la vida, y si eres cristiana/o, lo tienes que saber muy bien.

Así que me dirijo a esos cristianos que piensan que se va a acabar el mundo si no siguen o no pueden acatar “la ley”: olvídate de eso, olvídate de la norma, ahora es cuando tienes que demostrar que eres cristiano. No antepongas lo superfluo e innecesario a lo importante. Ir a misa o sacar un trono no te hace cristiano pero cuidar y solidarizarte de nuestras hermanas y nuestros hermanos sí, sobre todo de aquellos que más están sufriendo. Apoya a nuestros sanitarios, a los empleados de supermercados y a todos aquellos que trabajan para mantener la sociedad en estos tiempos difíciles. Reclámales a nuestros gobiernos una buena actuación política. Cumple con tu responsabilidad social. La misa y las procesiones pueden esperar, nuestros hermanos no.

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