Carta abierta a Cristina Cifuentes

Por Victor Chamizo

¿Qué te habías creído, Cris? ¿No has visto películas sobre la mafia? Cuando uno pertenece a una organización criminal, no puede ir de chivato, ni haciendo purgas internas. Todos saben todo de todos, Cristi. ¡Parece mentira que hayas sido tan ingenua!

A los tuyos les habrás contado que te apretaba Ciudadanos, pero los tuyos no perdonan las traiciones –“Roma no paga traidores”-, ¿recuerdas?  Y tú, con tu posición arrogante y de persona limpia te pusiste a señalar con el dedo a otros, cuando estabas de inmundicia hasta las orejas.

Dimitiste por un vídeo que un miserable se guardó porque sabía que algún día podía reportarle pingües beneficios. Pero lo de ese vídeo, aunque es absolutamente indecoroso, vergonzoso y vergonzante, digno de una dimisión, no es, ni  mucho menos lo más importante. Lo del vídeo es una estupidez, un error imbécil, una patochada, una torpeza, una insensatez, es casi cómico.

Lo trascendente, lo realmente importante es el asunto del máster, que el dichoso vídeo ha conseguido esconder bajo una cortina de humo para que no se continúe hablando de todos los participantes en una trama mafiosa dedicada a expender títulos a los amiguetes del Partido Popular. Por si esto no fuera suficiente, han pisoteado el esfuerzo del resto de los alumnos, han puesto en entredicho el prestigio de una universidad, han arrastrado por el suelo la calidad docente de sus profesores y han vaciado de contenido el Sistema Educativo que tenemos. Vamos a ser el hazmerreír de Europa y del mundo occidental entero. Eso es lo que has conseguido, Cristina.

Cuando se está en “la familia”, no se puede escapar de ella. Te han sentenciado y dudo, créeme, que te busquen una salida, como han hecho con otros. Pronto serás “esa señora de la que usted me habla”, y lo serás, probablemente, para siempre.

1 Comment

  1. Una más de la cadena de delincuentes populares. No basta con dimitir hay que pagar y penar por los delitos cometidos señora Cifuentes. Creo que 30 años sin revisión ni remisión bastaría para usted. En una cárcel sin televisión, ni teléfono, ni ordenador, ni prensa ni libros. Sola usted con su conciencia a meditar sus muchos pecados mentiras . Papel y pluma la que quiera y que su familia le lleve la comida que necesite

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo no será publicada.




 

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.