Cariño López: 73 años después

Por Luis Díaz Allegue

Hoy se cumplen 73 años del día en que, bajo las órdenes del general Patton, la 101ª División aerotransportada Airbonela asaltó Kehlsteinhaus (el Nido del Águila), refugio en los Alpes bávaros donde se escondía Adolf Hitler. Una persona de la división se quedó con las sábanas de Hitler como botín de guerra… y esa persona era un gallego, al que llamaban Cariño López.

Cariño López, cuyo mote proviene de la localidad donde nació, fue sargento de la 9ª Compañía de la 2ª División Blindada de la Francia libre, bajo el mando del general Leclerc, más conocida como “La Nueve” porque estaba formada por 144 españoles, anarquistas y republicanos en su mayoría. Esta división fue protagonista de dos de los hitos más importantes de la II Guerra Mundial: el desembarco de Normandía y la reconquista de París. De hecho, los soldados españoles recorrieron en una solo jornada 200 kilómetros que separaban a los aliados de la capital francesa, siendo los primeros en pisar París. La decisión de que fueran ellos los que entrasen primero se debió a la gran experiencia adquirida en España en las estrategias de guerra de guerrillas.

Una vez recuperado París, De Gaulle ordenó la celebración de un gran desfile triunfal. En el desfile tuvieron un lugar destacado tanques con nombres españoles, entre los que estaba, en primera fila, un carro semioruga de nombre Guernica, que era el de Cariño López.

Una vez terminada la guerra, y derrotado el ejercito Nazi, el Gobierno francés galardonó al cariñés con la Cruz de Guerra con Palma, por destruir cinco tanques alemanes en un solo día. La insignia le fue impuesta por el general De Gaulle en Nancy el 26 de septiembre de 1944.

Esta historia se conoce en gran parte gracias a la investigación que realizó durante más e 10 años Evelyn Mesquida, y que plasmó en el libro La Nueve, los españoles que liberaron París. Su esfuerzo recuperó las vidas de muchos españoles antifascistas que bien merecerían una película.

Cariño López murió en París en 1979, sin volver nunca a pisar su pueblo natal, y sin volver a probar los percebes que marisqueaba de joven. Han tenido que pasar 35 años de su muerte para que Anne Hidalgo, hija y nieta de republicanos españoles y actualmente alcaldesa de París, le hiciese un homenaje en 2014 a él y a la división Nueve. En España el homenaje no llegó hasta Abril de 2017, cuando Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, inauguró el «Jardín de los combatientes de la Nueve». Aunque ese en realidad no fue el primer reconocimiento para Cariño López, ya que que en su ciudad natal (Cariño), se le rindió homenaje con una placa que reza: “A Cariño López e aos outros combatentes pola liberdade”.

¿Y porque creo que es importante recordarle hoy? Porque la memoria es lo único que puede evitar que los pueblos vuelvan a cometer los mismos errores. En Europa están creciendo los gobiernos autoritarios y de extrema derecha: Víctor Orbán en Hungría, el partido Ley y Justicia de Polonia, el AFD en Alemania, Marine le Pen en Francia, La Lega de Mateo Salvini en Italia, el FPÖ de Heinz-Christian Strache en Austria, etc… Incluso en España, donde nos creíamos inmunes, el partido ultraderecha VOX empieza a obtener un escaño en las encuestas.

La deriva es preocupante y se pueden hacer muchos paralelismos con la década de 1930. Esperemos que la historia nunca se repita y que las historias de los que lucharon en el lado antifascista este fresca en la memoria.

 

“Los hombres y pueblos sin memoria, de nada sirven;

ya que ellos no saben rendir culto a los hechos

del pasado que tienen trascendencia y significación;

por esto son incapaces de combatir

y crear nada grande para el futuro.”

Salvador Allende

 

 

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