Capitalismo en tiempos de pandemia

Por André Abeledo

Quien me iba a decir a mí, quien nos iba a decir a todos nosotros, hace relativamente pocos días que la palabra cuarentena nos sería familiar y viviríamos una en nuestras propias carnes. 

Palabras como pandemia o coronavirus se han hecho casi normales, comunes. Hemos normalizado lo anormal a un ritmo que da casi tanto miedo como el COVID-19. Nuestros hijos han sido los primeros en incorporar estas nuevas palabras a su inocente vocabulario. 

Personalmente siento una extraña sensación. Aquí en casa todos estamos bien, hace un bonito día, mis hijos están jugando, contentos y felices, en un rato haremos los deberes. 

Pero sé que se libra una batalla contra un virus, conozco ya el nombre de alguno de los infectados, son vecinos o conocidos. Una calma tensa la llamaría yo.

No sé si la pandemia del COVID-19 se podría haber gestionado mejor desde el gobierno. Pero lo que tengo claro es que la derecha está haciendo una oposición vergonzosa y carroñera, muy a su estilo, en el Estado español. 

La ultraderecha se dedica a montar bulos contra el gobierno en plena pandemia, los patriotas de pulsera no entienden lo que es patriotismo y aún menos solidaridad, su instinto carroñero los ciega y con sus mamporreros de prensa se dedican a restar en vez de sumar. Que no duden que cuando todo termine los ciudadanos recordaremos como ha actuado cada quien. 

No soy epidemiólogo, no tengo conocimientos sobre coronavirus, pero como ciudadano exijo a los políticos que se dejen de intentar sacar partido político de una pandemia y se sumen al gobierno, como lo hacemos todos, en la lucha contra el COVID-19, sin siglas. Eso es hoy el verdadero patriotismo.

La crisis COVID-19 no es una guerra, pero las carencias de nuestro sistema sanitario a la hora de combatir esta pandemia son la demostración del daño que han hecho los recortes en sanidad y de la incapacidad del sistema para proteger a la población ante una pandemia. El neoliberalismo y el libre mercado no son una solución, son un problema, el capitalismo es un cáncer.

La pandemia pone también sobre la mesa quienes son los trabajadores realmente indispensables, coincide que son los más maltratados por el sistema, médic@s, enfermer@s, limpiador@s, basurer@s, agricultor@s, bober@s, cuidador@s, investigador@s, trabajador@s de supermercados, repartidoe@s, profesor@s, panader@s, camioner@s, etc…

La pandemia pone contra las cuerdas al neoliberalismo, el COVID-19 frena en seco al capitalismo y abre las puertas a un futuro tan nuevo como incierto para la humanidad.

La pandemia que hoy golpea con fuerza al primer mundo lo hará mañana todavía con más fuerza y virulencia en el tercer mundo. ¿Si Europa no ha sido capaz de combatir con eficacia la crisis como lo harán en Sudamérica y en África?.

Además nos encontraremos con psicópatas irresponsables, comoTrump en EEUU, que no ve necesaria una cuarentena en Nueva York, o Bolsonaro en Brasil que quita importancia al nuevo coronavirus.

Para ellos lo importante es la economía y la población es prescindible, sobre todo porque esta crisis sanitaria matará sobre todo a los más débiles y a los más pobres.

Por eso si alguien me preguntase:

– ¿Tú que es lo primero que harás cuando termine la cuarentena?

Respondería:

– ¿Yo?…pues nada, comenzar a organizar la revolución y esas cosas de rojos.

 

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