¡Bienvenido, míster Xi!

Las escenas más variopintas del costumbrismo español, que nunca defrauda, están a la orden del día. Desde el equipo de gobierno, que como el gran Pepe Isbert, nos debe una explicación y esa explicación nos la debe dar, pero mientras tanto, entre reunión y reunión, Fernando Simón, sosegado trata de exponer y comunicar la situación.

Nosotros, rápidos y veloces, ya exigimos su dimisión porque siempre es necesario tener una cabeza de turco, algún cuello que cortar, como si los recortes en Sanidad y la gestión actual dependieran de él, como si el virus no estuviera haciendo estragos en los países con economía de mercado, globalizado y próspero (o no). Ante la situación opinadores histéricos dan rienda suelta a su verborrea desenfrenada. Políticos, que más que gestores de la ‘polis’ parecen tertulianos del corazón piden tranquilidad, o nervios, fallas si o fallas no, ves a  saber. Total que señoras con bolsas en la cabeza cargando con 200 rollos de papel higiénico. Para cagarse.

Todo esto comenzó poco después de que comenzaran a taladrarnos con las maldades de la dictadura rojo comunista China. Desde los grandes grupos mediáticos se titulaban cosas como ‘El virus autoritario‘ (El país), porqué «tras el desprestigio de la democracia liberal y del capitalismo, la epidemia del coronavirus afecta ahora al prestigio del modelo chino». Por poner un ejemplo bastante suave y no alargarme en improperios y vanalidades.

No ha pasado ni un meses. Si, es cierto que ha sido un mes largo en el que las personas de origen asiático han tenido que soportar «bromas» y despropósitos como los de Fernando Martínez Vidal: “Hoy en la Puerta del Sol los turistas chinos, que son los transmisores de la enfermedad, se protegían del resto con mascarillas, como si fuéramos nosotros los que comemos sopa de murciélago». Pero a lo que íbamos, ni un mes y Europa desespera, la OMS califica de ‘Pandemia’ el COVID19 y el gobierno chino ha anunciado que «un lote de suministros médicos procedentes de China ha llegado a Europa y van en camino a Italia y España. El lote incluye 1’8 millones de mascarillas y 100.000 reactivos».

Sin ningún tipo de acritud, o si,  desde el otro lado del charco, Estado Unidos ha cerrado sus fronteras a Europa, pero a la vez destina y despliega 20 mil soldado en Europa para la operación “Defender-Europe 20”. Este «ejercicio aumentará la preparación estratégica y la operatividad al ejercitar la capacidad del ejército de los Estados Unidos de mover rápidamente una gran fuerza de combate de soldados y equipos de los Estados Unidos a Europa», ha explicado la Casa Blanca. Cuestión de prioridades.

No obstante y en este contexto se debe, ahora si, cuestionar el modelo económico español, europeo y occidental. ¿Como va a gestionarse la ausencia justificada en el trabajo? Y en España, con un espectro laboral precario y orientado, en su mayoría, al sector turístico, ¿que va a pasar?

Por ahora ya se han reportado numerosos despidos, se han lanzado comunicados desde diversos comunicados y se está haciendo hincapié en lo insostenible que parece todo, pero como escribió Rafael Poch en su artículo ‘Aguas desconocidas‘: «El problema es que no sabemos hacia donde petará el anunciado shock mundial ni que futuro nos preparan». Aquí la clave de lo que comenta Poch es la tercera persona plural del presente indicativo del verbo ‘preparar’. Nos es ajeno, que no indiferente.

Pero lo mismo, cuestión de prioridades. Lo que ahora debe analizarse en frío, aunque algunos vamos avisando desde que se anunciara la iniciativa de ‘la franja y la ruta’, es que la balanza geopolítica está cambiando y desde América ya no esperamos a ningún Marshall, pero Berlanga ¡te echamos de menos!

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