Porque por supuesto, y sin lugar a duda alguna… lo importante es gobernar, sentarse en el hermoso despacho contaminado ahora por los puros de Rajoy (es broma, que todos sabemos que no se puede fumar en el trabajo…), ser el nuevo presidente de la reciente y renovada democracia, quizás el primer gran presidente de la nueva España, la de la igualdad, la justicia, los desaforamientos y la salida del armario del Teletubbie gay.
Pedro Sánchez sabe que el momento es único y que esta oportunidad es única para él. No por nada, sino porque o es ahora… o la patada en el culo le va a llevar a gobernar una luna de Júpiter. Y mientras él trata de impedir que lleguen al gobierno aquellos que Ciudadanos quiere que entren en el gobierno, todos los españoles estamos practicando la suma sin calculadora, al intentar saber cómo es posible que no le dé para un gobierno de izquierdas, pero que Sánchez lo intente con Ciudadanos, que tiene menos diputados. Ya se sabe: 2+2 son lo que a Sánchez más le mole.
Hoy más… Más tiempo perdido, más pantomima, más discursos huecos, más acusaciones de culpa, más puntos de Candy Crash para Villalobos, más gintonics a tres euros en la cafetería del Congreso… Y más españoles decepcionados por el último capítulo de The Walking Dead, que eso sí que es grave…
Se el primero en comentar