“Rinnngggg, rrrriiinnnggggg…” “¿Diga?” “Hola, soy su maguestad el guey (Ah, no ese era el otro… Bueno, es igual, seguro que dentro de veinte años habla igual, a lo Arévalo) y te llamo para decirte que te toca formar gobierno, Pedro…” “Hostia, no jodas, Felipe… que en mi partido me desgracian, tío…” “Ahhh, se sienteeee… Maguiano está muy mayor paga estas cosas…” “Bufffff… bueno, a ver que se hace… Me pongo a ello…”
Estoy convencido de que la conversación fue más o menos así. Pedro Sánchez tiene tantas ganas de formar un gobierno en estas condiciones como yo de orinar en una discoteca a las cinco de la madrugada… No son maneras de hacer las cosas bien. Y claro… Ciudadanos, que Podemos no pero PP si… Podemos, que PP y Ciudadanos no… IU que me saquen la foto del otro lado, que para lo que pinto aquí, por lo menos salir guapo… Y el pobre Sánchez poniendo sonrisa de anuncio de Kinder Sorpresa en todas las reuniones, diciendo que todos molan, y que ya veremos… que la niña se casará, pero que no con el primero que llegue y se la quiera trincar…
Pero yo tengo la duda de cuál es el papel del PP en todo esto. Apoyo de C’s a Sánchez, incondicional. Sánchez le dice al PP “Contigo no, bicho”. ¿Y si, cuando llegue el momento, el PSOE se ve con el único “apoyo” de Ciudadanos y la abstención del PP (por el bien de España, que conste) y una legislatura con todos en contra y ellos con tan sólo 90 escaños para defenderse?
Bueno, quién dice una legislatura dice tres meses o seis, porque eso será lo que durará, más o menos, la sonrisa cementada de Pedro Sánchez… ¿No, Susi, querida…?
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