Baja el IPC, pero es necesario mejorar salarios y pensiones para afrontar el coste de la vida real

Javier F. Ferrero

El INE ha publicado la estimación adelantada del Índice de precios al Consumo (IPC) de mayo, según el cual, cayó siete décimas respecto al mes anterior y situarse en el 0,8% interanual, desde el 1,5% al que había escalado en abril tras tres meses al alza. El origen de esta importante deceleración, según el propio informe, estaría en el fin Semana Santa bajada del precio de la electricidad, que representa el 3,6% del presupuesto de un hogar.

El año pasado por estas fechas, la luz subía a un ritmo acelerado (un 6,4% en términos mensuales, lo que se tradujo en un 4,3% interanual), mientras que este mes, según adelantó el organismo estadístico, el precio ha bajado. El INE no dirá cuánto exactamente hasta dentro de dos semanas

El precio medio de la luz en abril se situó en 50,29 euros el megavatio/hora (Mwh). En mayo, la media de estos 30 primeros días da un precio de 48,15 euros, una rebaja del 4,25% de un mes a otro. En términos interanuales, la rebaja es aún mayor, del 12,33%, puesto que en mayo de 2018, la electricidad marcó un precio mayorista medio de 54,92 euros/Mwh. La rebaja del precio de la luz en mayo puede tener que ver con la llegada temprana del calor.

En cuanto a los carburantes, hace un año subieron en términos mensuales un 4,3 el gasóleo y un 3,9% la gasolina, para situarse en tasas interanuales del 12,7% y el 9%, respectivamente. Según el INE, este mes de mayo han subido menos, pero de nuevo no dice cuánto. El boletín petrolero de la UE, que recoge los precios de los combustibles semanalmente, indica que, entre el 29 de abril y el 27 de mayo de este año, la gasolina ha subido un 0,26% y el gasoil un 0,28%. En términos interanuales, comparando el último boletín de mayo del año pasado con el de este, la subida de ambos combustibles es del 1,6%. Tampoco los carburantes contribuirán positivamente a la inflación al menos hasta los dos últimos meses del año.

Actualmente las previsiones de inflación para 2019, realizadas por organismos como la fundación española de cajas de ahorros, apuntan a que esta sería del 1.2% anual. Un dato como este con alta probabilidad haga que se reduzcan.

El IPC no contempla todos los gastos

Es importante que se modere el coste de elementos básicos para los ciudadanos como la electricidad o el precio de los carburantes, pero esto no significa que baje el coste de la vida. El IPC no considera todos los gastos de los consumidores que tienen que ver con el mantenimiento de su nivel de vida. Excluye, por ejemplo, los pagos de intereses y amortizaciones de préstamos, los impuestos no incluidos en los precios de los bienes. Tomar el IPC como un índice que mide la evolución del costo de vida lo cual es incorrecto.

Es fundamental que se cumpla con las subidas salariales firmadas en el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva para que aumente el poder adquisitivo de las personas y gire la rueda de la economía, por ello necesitamos una apuesta firme por incrementos salariales, en especial de los sueldos más bajos, y por establecer un salario mínimo convenio que en 2020 alcance los 1000 euros mensuales en 14 pagas.

Los pensionistas actuales perderán cada año 2.363 millones de euros si no se revalorizan sus pensiones conforme al IPC. Estos datos se desprenden del informe “¿Cuánto cuesta actualizar las pensiones con la inflación?” publicado por FEDEA.

 

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