En estos tiempos, lo que han llamado las colas del hambre han quintuplicado su demanda. Sea como sea la posibilidad del horizonte utópico, el lugar hacia el que caminar se desvaneció, ya no pertenece al presente.
Lo tengo claro y más ahora que he descubierto que en Tailandia explotan a monos para la recogida de cocos. La única diferencia es que, sobre ellos, el anormal de turno no teoriza mientras discípulos y acólitos aplauden con las orejas.
«El público estadounidense desconoce que cada año 150.000 millones de dólares de sus recursos públicos son destinados a militarizar 55 países lejanos».
«Los fotógrafos no podemos ser ingenuos sobre el uso que se hace de nuestro trabajo, aunque a veces no queda otra que aceptar trabajos que no nos satisfacen».