Aunque la oscuridad se cierna, la resistencia siempre prevalece

Manipulan a las masas para que sientan empatía en base al miedo, para que propaguen su ideología en redes o en sus círculos cercanos.

Por Isabel Ginés y Carlos Gonga

Tenemos mucho por entender en estos tiempos, mucho que entender. Antes el fascismo estaba en la calle, en concentraciones y ahora lo tenemos en las instituciones también. Es importante conocer el pasado y analizarlo desde el prisma de otras personas que lo analizaron antes de nosotros, y una buena manera de hacerlo es leyendo los clásicos.

Podemos poner como ejemplo dos de ellos. Uno es libro “Los orígenes del totalitarismo”, de Hannah Arendt, considerada una de las filósofas más influyentes del siglo XX. Sería importante leerlo, ya que en él analiza ella las raíces del fascismo y cómo esta ideología se nutre del miedo, del resentimiento y de la manipulación de las masas. También analiza en esta obra cómo el fascismo se aprovecha de las crisis sociales y políticas para ganar apoyo y, en consecuencia, poder. Hannah Arendt enfatiza la importancia de la responsabilidad individual, de todas y cada una de las personas, y deja muy claro cómo se lleva a cabo la resistencia contra el fascismo.

Hannah Arendt lo veía claro: el fascismo, una ideología peligrosa para la democracia y la libertad, promueve la intolerancia, la violencia y la manipulación de las masas. Para prevenir o, en nuestra actualidad, combatir el fascismo, se necesita la implicación y la colaboración de cada miembro de la sociedad. La lucha contra el fascismo no se limita a la política sino que implica una toma de conciencia y una responsabilidad ética por parte de cada individuo. Hay que proteger y fortalecer mucho los principios democráticos y la participación ciudadana activa para evitar que el fascismo tome el control o aumente su poder.

Otro libro importante para comprender este tema es “El hombre rebelde”, de Albert Camus, filósofo y periodista francés. Camus creía en los valores de la justicia, la libertad y la dignidad humana. Consideraba que el fascismo es una negación fundamental de estos valores democráticos. Este novelista veía el fascismo como un claro problema que aplastaba las libertades individual y colectiva, que promovía la violencia y el odio, deshumanizando a las personas al reducirlas a meros instrumentos del Estado.

Estos libros contienen teorías muy importantes a tener en cuenta y frases muy destacables. Una de las principales teorías de Hannah Arendt en “Los orígenes del totalitarismo es la del terror y la violencia: esta teórica política alemana, que posteriormente se nacionalizó como estadounidense, señalaba el uso del terror y de la violencia como herramientas centrales del totalitarismo, los cuales buscan deshumanizar y amedrentar a la población, creando así un ambiente de miedo y conformidad.

Otra teoría suya muy interesante es la de la ideología y la manipulación. En ella, Arendt argumenta que el totalitarismo se basa en una ideología totalitaria, en una visión del mundo cerrada que busca eliminar cualquier forma de disidencia, de ser diferente. En el libro explica que esto lo consigue el fascismo a través de la manipulación de la verdad, de la propaganda, de controlar mediante mentiras la opinión pública.

El hombre rebelde” de Albert Camus también presenta teorías atrayentes, vamos a seleccionar dos de ellas. Una es la de la negación de la sumisión y la opresión: decía Camus que el hombre rebelde se niega a someterse a la opresión y a la injusticia, que este rechaza tanto el despotismo como la resignación. Según él, el hombre rebelde busca la libertad y la dignidad humana.

Otra teoría de este filósofo es la afirmación de los valores éticos: el hombre rebelde se basa en los valores éticos universales como la solidaridad, la compasión o el respeto por la vida, mientras que se opone a cualquier sistema que los vulnere y busca establecer una sociedad más justa y más humana. Ambos libros mencionados, el de Hannah Arendt y el de Albert Camus, son muy útiles y trascendentales para entender los totalitarismos.

Debemos tener claro que el fascismo es un gran problema para la sociedad porque busca es desmantelar las instituciones democráticas, busca señalar a un enemigo común para crear así empatía en base a la mentira. La mejor manera de entender esto es mediante un ejemplo:

El fascismo crea un enemigo común. Por ejemplo, los menas, la inmigración. Esto debe ir acompañado de unos datos o unas estadísticas de los que se deduzca que ese enemigo supone un peligro, una preocupación general. ¿Es delito inventarse datos, crear bulos o noticias falsas? Solo en ciertas circunstancias, especialmente cuando el objetivo es llevar a cabo una estafa, calumniar o injuriar, o bien alterar el orden público. ¿Es el caso? No: adelante entonces.

El fascismo crea “los menas”, “la gente inmigrante” como un enemigo común. Otro claro ejemplo son “los ocupas”, “las ocupaciones ilegales”. Se inventa una problemática en torno a él, falsea los datos que supuestamente la avalan y con todo ello elabora propaganda contra él: “los inmigrantes nos roban el trabajo”, “los menas vienen a España a violar”, “te vas a comprar el pan y te roban la casa”, etc. El fascismo idea frases cortas que implican un ataque a la seguridad —laboral, física, del hogar—, que buscan crear el pánico, haciendo así que la emoción del miedo obstaculice cualquier atisbo de pensamiento crítico.

Las menas, los menas, chicas y chicos migrantes que se encuentran separadas o separados de sus padres y tienen menos de 18 años, esa “terrible amenaza”, no vienen aquí a robar ni a violar: vienen solas y solos, cruzando el Mediterráneo, para lograr una vida mejor que en sus países de origen, por sus circunstancias, no pueden tener. Cuando bajas a comprar el pan tampoco “te ocupan la casa”. El fascismo utiliza esos supuestos “enemigos comunes”, que no lo son pero en su propaganda los expone como tales, para captar la atención y promocionar su ideología, como el cartel publicitario que mandó poner VOX en el metro con un listado manipulado de viviendas de alquiler o el otro cartel xenófobo y racista que el mismo partido publicitó contra los menas.

Eso sí, para muchas personas basta con pensar “¡Si lo he visto en una noticia!” o con escuchar “pues mi amiga conoce a uno que tiene un primo al que le pasó” para dejarse llevar por el miedo, hacer suyo y repetir el relato de la ultraderecha en lugar de comprobar la veracidad de esas afirmaciones. En cierta manera tiene sentido: ¿Quién va a pensar que si una cierta información está en un enorme cartel publicitario o si se ha hecho una noticia con ella no va a ser verdad? He aquí el problema: cualquier información puede ser perfectamente una media verdad o una mentira porque no supone ningún delito mentir sobre menas, sobre gente migrante o sobre ocupaciones ilegales y debemos empezar a tenerlo en cuenta. Debemos estar informadas e informados para saber diferenciar la información veraz de los bulos que crea el fascismo para hacerse sentir necesario, y tenemos la responsabilidad individual de indicar que algo no es cierto y confrontarlo —ya lo decía Hannah Arendt— si queremos evitar el avance del fascismo.

El fascismo domina el empleo del miedo y de la provocación, utiliza la mentira y la manipulación de las masas para que la población simpatice con ellos.

Estas sucias tácticas que utiliza actualmente la extrema derecha para propagar su ideología en España las usaba espectacularmente en el nazismo Goebbels, el temido ministro de Propaganda del tercer Reich. En España no van a decirte de forma clara “únete al fascismo” ni “VOX es fascismo”, en lugar de eso van a crearte una supuesta amenaza que desconocías y te van a decir “este problema imaginario pasa por esta mentira” y “vota VOX” o “mantén tu ciudad segura”, así consiguen que mucha gente abrace el fascismo, escuche y adquiera sus discursos de odio sin saber que se trata de fascismo.

España es lo bueno, todo lo que no sea España es malo: los inmigrantes son malos, toda la gente LGTBI es mala, los rojos son malísimos, los comunistas son más que malos, los de Podemos son los peores de todos, la gente que no acepta la bandera de España por el uso fascista que le dio el genocida de Franco al que ellos admiran es muy mala y para que sepan que eres de España ponte la pulsera, no vaya a ser que se piensen que eres de Portugal paseando por España. Generan odio hacia lo que no es fascismo, crean un signo de identidad para que toda la gente que les sigue se sienta respaldada y parte de una comunidad que te venden como superior y, encima, mienten en su relato, manipulan a las masas para que sientan empatía hacia sus ideas fascistas en base a un miedo infundado, para que sirvan como propagadoras de su ideología en redes o en sus círculos cercanos.

Estamos hablando de una masa que, al ser mayoritariamente ignorante, no tiene la capacidad de entender mensajes complejos, por lo que se los dan muy sencillos: “los inmigrantes te roban el pan” o “cuando vas a comprar el pan te ocupan la casa”, no necesitan pensar para asimilarlos. Alguien si no tienes empleo, si llevas tiempo buscando pero no encuentras, puedes pensar “Hostia, igual es por estos que no encuentro trabajo”: ya te han manipulado. En el otro caso puedes pensar “Joder, es que igual si nos vamos un tiempo nos roban la casa”, te montas una película terrible pero te vas de viaje en un crucero durante 15 días y al volver tienes tu casa intacta, como la dejaste. ¿Casualidad? ¿Suerte? No, simplemente la realidad. No existe esa amenaza que te han hecho creer, te manipularon. Y si te planteas esas preguntas tras una salida sigues manipulada o manipulado.

El fascismo siempre ha sido un problema y siempre lo será porque implica un peligro para la sociedad. Lleva a cabo una violación de los derechos humanos, miente, tergiversa, señala un objetivo al que presenta como un enemigo, se inventa datos y, en conjunto, supone una amenaza a la libertad, a la unidad de una comunidad y al bienestar del individuo. A los fascistas les gusta ejercer un control sobre los medios de comunicación, manipulan la verdad y difunden en ellos su propaganda para perpetuar su narrativa. Tienen en sus redes sociales muchos portavoces, tienen miles de bots o personas que les creen a pies juntillas y repiten sus mensajes sistemáticamente. Una gran mayoría de estos perfiles no tienen foto real ni nombre real porque son gente a la que ellos controlan. Tienen además sus propios medios y colaboradores que difunden sus noticias previo pago de las mismas, manipulando los hechos y la verdad.

Quieren que en España solo quepan unas pocas personas, en comparación con las que hay, y si no te adaptas a sus criterios ya “no eres tan español”, tan “español de bien” y sobras en esa España porque ellos la han ideado, así lo han decidido. Los demás, la gente que somos diferente, no cabemos. Antes les teníamos en las calles y había que combatir sus símbolos, sus cánticos y sus mensajes, y ahora les tenemos en las instituciones porque a muchísima gente en España le da igual todo.

A esa gente le da igual que el líder de VOX en Valencia sea un condenado por violencia machista, ¿Por qué? Porque el mensaje de la extrema derecha ha calado; su narrativa, sus discursos de odio han surtido efecto y lo único que le importa a la gente que vota a la ultraderecha, a la gente que actualmente es ultraderechista —deberíamos dejar de decir que “son gente normal que se cree sus mentiras” si queremos que la situación actual no avance o se revierta— es los enemigos comunes que hemos comentado.

En Castilla y León tienen a uno de VOX, el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, que al menos ha demostrado su ineficiencia yendo a recorrer un monte calcinado tras un incendio vestido con pantalones blancos o proponiendo que las mujeres que quieran abortar tengan que escuchar antes el latido del feto. Ese es el cinismo de esta esta persona que ostenta un alto cargo de responsabilidad. Muchas mentiras que ha contado su partido han sido destapadas por periodistas que ahora han sido vetados porque al fascismo no le interesa que destapen sus mentiras. El fascismo manipula y cuando no puede manipular o le ponen objeciones utiliza la violencia verbal, la mentira y a sus radicales, a sus sectarios para que ataquen al diferente y defiendan a sus líderes en las redes.

Si bien el fascismo es un problema para todas y todos, el hecho de haberlo metido en las instituciones es más problemático. Y es el PP quien lo está introduciendo. Desde el punto de vista democrático, casen nuestras ideas o no con el Partido Popular, es deshonroso. No es cierto que la izquierda haya sido la más perdedora: la izquierda se mantiene. El PSOE sigue siendo un bloque fuerte de la izquierda pero en España hay un problema de las izquierdas en general: nos falta unión, como ya explicamos hace unos días. Tenemos al fascismo en las instituciones, el PP le está dando la mano y le está dejando que entre: esto es un problema para la sociedad porque su manipulación de la verdad, su violencia verbal y el ataque acosador de sus simpatizantes trazan un prisma inhumano. Sin embargo, en las calles todo esto no se aprecia porque el fascismo domina las redes sociales.

Como responsables individuales de combatir el fascismo tenemos múltiples flancos de los que hacernos cargo. Uno de ellos, muy relevante, es la gente joven. Muchas veces hablamos con jóvenes y les preguntamos “Oye, eso de “que te vote Txapote está muy bien, ¿Sabes quién es Txapote?”, a lo que contestan “No, no sé quién es pero eso es que te vote tu puta madre” o “No pero, vamos, que no me interesa votar. No saben quién es Txapote y la gente de izquierdas, ya sea un partido o una persona con su perfil de Twitter, no hemos sabido explicarles quién es Txapote ni por qué esa frase es una infamia. La están diciendo porque se piensan que es una frase manida, una especie de mantra, un dicho pero no saben realmente quién es ese asesino, los asesinatos que cometió Txapote ni qué pasó con él.

Cuando preguntas a jóvenes por ETA más de la mitad no saben bien qué es, tienen una vaga idea, como mucho alcanzan a decir “una banda terrorista del País Vasco” pero su conocimiento acaba ahí. Hay que explicar a la gente joven qué era ETA, lo que hizo, con qué pretexto y cómo hay que agradecer que ahora hayan dejado las armas y estén usando la palabra. Es muy importante y es necesario explicarlo, ignorar el tema solo contribuye a que el mensaje se siga expandiendo. “ETA, por eso ETA tal, es que ETA cual”: ETA está extinguida, él única que la resucita es el PP. Hasta las víctimas a quienes han matado a su padre o a su hijo les están diciendo al PP y a VOX que se calle, que les respeten, que dejen de mencionar a ETA porque abandonó las armas en 2011.

ETA cesó su actividad armada, dejó de asesinar hace más de 10 años, pasaron de usar las armas como organización a disolverse y utilizar las palabras. Sin embargo, tanto VOX como el PP tienen actualmente en sus filas a muchos fascistas condenados. Esa es su doble vara de medir: sus representantes pueden tener denuncias y delitos de sangre pero no pasa nada; en cambio, con la izquierda sí que pasa y la criminalizan por ello. La misma situación es despreciable en la izquierda y sin importancia en la derecha, este es su relato, el que tantos medios avalan: a ellos se les consienten muchas cosas que a la izquierda no.

Mucha gente desconoce que algunos líderes de la derecha tienen delitos de sangre y se debería decir para que todo el mundo lo supiera, como también explicar a los jóvenes qué era ETA, por qué es importante que hayan tomado la palabra y depositado las armas. Debemos explicarles bien quién es Txapote y qué esconde esa meditada frase que la manipulación de la derecha les hace repetir. Debemos, sobre todo, seguir manteniendo la memoria histórica y luchando por ella. La memoria histórica da a conocer lo que hizo en fascismo en España, ese asesinato masivo, ese genocidio. Debe saber la gente, sobre todo las y los jóvenes, por qué el fascismo asesinó en España a decenas de miles de personas, por qué esas personas sobraban y cómo le puede pasar lo mismo a ellas y a ellos, por distante que pueda resultar la idea desde la inocencia que conlleva no conocer nuestra propia historia.

Hay que hacer mucha nueva pedagogía y debemos seguir haciéndola quienes ya la hacíamos, debe unirse a nosotras y nosotros gente para contribuir en la divulgación. Recordad que la memoria histórica y democrática es esencial para enseñar lo que hizo el fascismo que tanta gente defiende ahora, es importante para saber identificar el fascismo y señalarlo. ¿Estamos ahora mismo en tiempos oscuros? Por supuesto; pero el tiempo oscuro no dura siempre. Siempre hemos sido la resistencia y seguiremos luchando juntos, vamos a defendernos juntos y vamos a trabajar haciendo oposición. Nos tienen enfrente y vamos a seguir estando enfrente, luchando por una España en la que quepamos todas y todos, por la justicia, por los derechos y por la libertad. Seguiremos luchando, sobre todo, por un país libre, justo y digno porque, aunque la oscuridad se cierna, la resistencia siempre prevalece.

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