Antonio Manuel: “La Memoria, como el amor y la libertad, se gastan de no usarlas”

Memoria y verdad es la misma palabra en griego. De tal forma que la memoria sin verdad, es olvido, y la verdad sin memoria, es mentira

Por Angelo Nero

Es difícil definir a alguien como Antonio Manuel. Hombre de letras, poeta (Mañana no existe, Rojo Antártida, Los puños dóciles, Daño), y novelista (Nenia, El vuelo de las cigüeñas, El soldado asimétrico, La luz que fuimos), y hombre de leyes, jurista -coordinador Laboratorio Jurídico sobre Desahucios- y profesor universitario (creador de la Cátedra de Memoria Democrática), pero también músico, fue líder del grupo indie Deneuve -con el que editó cinco álbumes-, estudioso del flamenco y activista comprometido con mil causas, como la Memoria Antifascista.

Contarte, Antonio Manuel, que en NR acuñamos el término Memoria Antifascista, porque entendemos que hay que superar el de Memoria Histórica, que la juventud asocia a un pasado lejano, y el de Memoria Democrática, que nos parece demasiada obvia. Le llamamos Antifascista, porque la lucha contra el fascismo es común a distintas generaciones, y a los más jóvenes quizás les movilice más el Antifascismo que la Memoria, aunque yo creo que están unidas.

Si, es cierto que están íntimamente unidas. El término Memoria Democrática surgió un poco frente a esta victoria que están consiguiendo las derechas de enfermar determinados términos. Ellos han conseguido que parezcan palabras enfermas, anarquismo, comunismo, o inicialmente Memoria Histórica, que era la reivindicación de como una memoria no formaba parte de la historia. Era simplemente eso, y acabaron estigmatizándola, y por eso surgió el término Memoria Democrática. A mi me gusta la expresión Memoria Antifascista, pero fíjate que para ser políticamente prudentes, nosotros, cuando creamos la Cátedra de Memoria en la Universidad de Córdoba, la tuvimos que llamar así Cátedra de Memoria Democrática, y eso después de muchísimo esfuerzo, porque la universidad ponía muchos reparos en que surgiera. Y ahí está, una de las primeras cátedras de Memoria de España. Pero si la hubiéramos llamado de Cátedra de Memoria Antifascista, te doy mi palabra de honor que no existiría.

La poesía, la música y la memoria te llevaron a participar en el documental de Remedios Malvárez y Arturo Andújar, “Pico Reja, la verdad que la tierra esconde”, donde se recoge el proceso de creación de la desgarradora “Nana a medias”, una canción que se te ancla en el corazón con el anzuelo de la voz de terciopelo de Rocío Márquez, y con la que recientemente has conseguido el premio Carmen del Cine Andaluz a la mejor Canción Original.

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Aunque el premio haya recaído en la preciosa “Nana a medias”, que tú has compuesto, este no es si no un nuevo reconocimiento a ese trabajo tan necesario y a todo el equipo que ha trabajado en “Pico Reja”, ¿no es cierto?. ¿Cómo te sentiste formando parte de un proyecto donde con tanta sensibilidad se aborda el tema de las fosas del franquismo?

Primero te abruma la responsabilidad, porque sabes que tienes que abordar una cuestión tan sensible y tan doliente como que debajo de la tierra todavía existen personas anónimas que merecen un entierro digno, y musicar y colocar una letra a ese mensaje yo creo que implicaba un ejercicio de una enorme responsabilidad. Pero, por otra parte, me sentí feliz, porque en ningún momento lo hice solo. Aunque soy el autor de la música y de la letra, jamás la podría haber compuesto sin Remedios, sin Arturo, sin Rocío, sin Javier Prieto, y, sobretodo, sin poner nombre y voz no solo a las víctimas del franquismo, sino a los que siguen luchando para que salgan a la luz, no solamente al movimiento memorialista, si no también a arqueólogos, juristas, etc. A mi me vino, de repente, una responsabilidad enorme, porque además había que hacerlo desde el equilibrio de la esperanza, había que lanzar un mensaje esperanzador.

La Memoria Antifascista no es algo nuevo para ti, ya que provienes de una familia de represaliados, y tu vinculación con el memorialismo activista viene de lejos. ¿Cómo sufrió la represión tu familia, y cómo empezó tu militancia en la lucha por la Memoria colectiva?

Estaba en el aire que respiraba. Cada vez que iba a ver a mi abuelo Antonio, el Carbonero, el me contaba todo lo que había vivido, antes, durante y después de la guerra civil. Me impactó, desde muy pequeño, todos sus mensajes de resistencia, y sobretodo lo que más me llegó es que siempre lo hizo con una sonrisa en la boca. El siempre reivindicó la alegría como el arma más potente contra la represión. Nos pueden quitar el pan que comer, nos pueden quitar hasta las ganas de vivir, pero lo que no nos pueden quitar jamás es la alegría. El espíritu de resistencia y la alegría van cosidos como hermanas siamesas.

Mira, te voy a contar una anécdota. Mi abuela, de forma diferente a mi abuelo Antonio, también sufrió muy duramente la represión, porque tuvo que levantar una familia, mientras mi abuelo estaba en la cárcel. Había perdido a su hermano, y ella siempre vistió de luto, desde el día que lo mataron, desde que era una niña, con catorce años, hasta su muerte. Pero mi abuela no me contaba anécdotas, a diferencia de mi abuelo, como la mayoría de las mujeres, hablaba con las manos, con los hechos. Pero me contó una anécdota, solo una, y quiero compartila contigo, porque me parece muy emocionante, y creo que responde bien a tu pregunta.

Mi abuela me contó que estando en el frente de Pozoblanco, mientra los hombres estaban en las trincheras, las mujeres estaban en Villanueva de Córdoba, y vinieron unos aviones a bombardear el pueblo. Entonces, todas las mujeres, pusieron a refugio a sus hijos, y cogieron sillas de enea, se fueron al patio, se sentaron en círculo, y empezaron a compartir chuscos de pan, chascarrillos, chistes, a cantar, mientras venían los aviones y caían las bombas, para mostrarles que si iban a morir, morirían desde la insolencia de la rebeldía. Que podían hacerles cualquier cosa, menos quitarles la alegría, que iban a morir reivindicando la utopía.

Esa anécdota de mi abuela, unida a la sonrisa de mi abuelo, me hicieron creer que frente a una visión melancólica y derrotista de lo que ocurrió, lo que me tocaba era seguir luchando por lo que ellos habían luchado.

Hace poco entrevisté a Paqui Maqueda, una de las referentes del movimiento memorialista en Andalucía, y me decía, al final de nuestra conversación, cuando comentábamos sobre la imagen tan impactante de la exhumación de Queipo de Llano, en la Macarena de Sevilla, con ella sola frente a la Procesión Macabra, que daba vivas al genocida, y le preguntaba de donde sacaba fuerzas para enfrentarlos, y me decía: “Es que a ellos les mueve el odio, y a nosotros nos mueve el amor, y el amor siempre vence al odio”. Y yo también creo que esa es la gran diferencia, ¿verdad?.

Fíjate que nosotros, los que provenimos de familia de represaliados, no hemos perdido el respeto. A pesar de haber sufrido tan duramente la represión, de tener todavía a nuestros desaparecidos, a nuestros muertos con balas en el cráneo, enterrados en fosas comunes, y no tener una tumba a la llevar un ramo de flores, ni aún así faltamos a nadie al respeto. Siempre hablamos desde la educación, y siempre hemos reivindicado lo que es justo. También, siempre conforme a la ley, con la paciencia de esperar lo que en cualquier otra circunstancia hubiera sido imposible, porque se están muriendo los hijos sin poder enterrar dignamente a sus padres. Pero nosotros no faltamos al respeto, porque es evidente que a nosotros nos mueve el amor.

En “Pico Reja”, entre los duros testimonios de los familiares de las víctimas, y la crónica de la excavación de una de las mayores fosas comunes del estado español, está la creación de una canción que pone el toque de ternura en medio de ese terrible drama. Se lo preguntamos hace unos meses a Remedios Malvárez, pero tenemos que volver a preguntártelo a ti: ¿realmente fue tan mágico el proceso de creación de la “Nana a medias” con Rocío Márquez?

Si, lo fue. Arturo y Remedios nos reunieron varias veces con la sola intención de transfundirnos el mensaje que quería transmitir la película, hasta que llegó un momento en que lo somatizamos, en que nos dimos cuenta que nosotros ya de pellejo adentro teníamos la película como si nos hubiese calado, como si nos hubiera llovido. Cuando yo me propuse la composición, tanto Rocío como yo llegamos al acuerdo de la nana, decidimos que en lugar de una elegía que canta a la muerte, lo ideal era una utilizar una nana, porque igual que en un parto se alumbra a la vida, abrir una fosa es alumbrar la esperanza, y por eso elegimos la nana. Además, desde ese momento, en el proceso de creación, yo tuve muy claro que la que iba a cantar era ella, y eso también ayuda mucho.

Tu tienes siempre presente la voz de Rocío, y decidí que fuera desde lo más profundo, como si arrancase desde las tripas de la tierra, a lo más alto, como si llegase a los vértices del cielo. Y para eso la canción va desde abajo hacia arriba, desde el fondo de la tierra, desde lo más oscuro, hacia la luz, y para hacerlo decidí, creo que eso también fue clave, de común acuerdo con Rocío, el que todo lo que rodea a una fosa, en el fondo, contiene vida. Están vivas las piedras, las ramas, el viento, y están vivas porque dependen de nosotros, que somos los que le damos la vida, porque la Memoria, como el amor y la libertad, se gastan de no usarlas, y somos nosotros los que ejerciendo la vida, ejercemos la Memoria.

Fíjate que memoria y verdad es la misma palabra en griego. De tal forma que la memoria sin verdad, es olvido, y la verdad sin memoria, es mentira. Eso fue lo que acabamos cantando, pero con un mensaje añadido: que nos corresponde a nosotros terminar esa nana que se quedó truncada, porque quienes la cantaban están todavía bajo tierra.

El proceso de creación, al final, fue mágico, porque Rocío decidió que los arreglos los hiciera Javier Prieto, que ha sido esencial en la película, porque además fue el compositor de la banda sonora. El fue el que tocó el hang, que es un instrumento que le pone ese punto infantil de una nana, porque recuerda a una caja de música. También Rocío, en los arreglos, adoptó una decisión que creo que creo que es muy coherente con el mensaje y es que terminase de una forma coral, que hubiese un coro de voces para que todo el mundo tuviese claro que este no es un trabajo individual, si no que es un trabajo colectivo.

El punto final, es un quejío, y eso es porque era inevitable que hubiera una voz flamenca, por Rocío. Fíjate como decidimos guardar el final, en este tipo de película, donde el dolor es congénito, y parece que debe dolerte desde el comienzo, y sin embargo nosotros reservamos el dolor para el final, y añadimos como un estrambote, para decir: después del dolor, todavía nos queda la esperanza.

Quizá la parte más importante de toda la canción es: “Tu memoria, mi esperanza.”

En estos últimos años, películas como “El silencio de otros”, “Un viaje hacia nosotros”, o “Pico Reja, la verdad que la tierra esconde”, han recorrido la geografía de todo el estado, agitando conciencias en cines y festivales, pero también en centros educativos, donde el público más joven ha descubierto, gracias a ellas, un pasado no tan lejano, que desconocía totalmente. ¿Es el formato audiovisual, como la música, una herramienta necesaria para que los jóvenes se interesen por nuestra memoria?

La música, la poesía, son armas pacíficas, nadie puede encontrar en la música un elemento de violencia, un elemento de rechazo, pero también entiendo que es un elemento complementario. El cine, el audiovisual, debe de ser un complemento al trabajo pedagógico de todos los días en las aulas. Lo que debemos preguntarnos es que ha pasado para que durante 40 años los alumnos de nuestros colegios, de nuestros institutos y universidades, no hayan abordado con normalidad lo ocurrido durante la guerra civil, durante la represión y durante el genocidio franquista. Como se ha ocultado la verdad, porque no debemos olvidar nunca, que las víctimas del franquismo son dignas, lo que es indigno es el estado que se ha edificado sobre ellas, sobre sus huesos, que además son tratados como yacimientos arqueológicos, cuando es evidente que se ha cometido un delito de lesa humanidad. Cuando alguien abre una fosa, y halla un cráneo con una bala en el medio, ¿porqué no llama aun juez para que levante el cadáver como en cualquier otro caso. Si eso, además, se multiplica por 4.000 o 8.000 cadáveres, es evidente que es un genocidio. No solamente lo desconocemos, sino que se ha impuesto el olvido. Además, con este olvido, se ha unido a la muerte civil que han padecido generaciones enteras de la dictadura, porque nuestras madres, nuestras abuelas, callaron a los hijos y a las hijas para protegerlas. A los 40 años de olvido impuesto, ya en un estado democrático, y eso es injustificable.

Entonces, claro que la música, que la literatura, que el cine, tiene que ayudar para que las nuevas generaciones conozcan lo que ocurrió, y sigue ocurriendo, porque no estamos hablando de pasado, la memoria es presente.

Mientras halla un hueso por desenterrar, hay una familia que sigue estando dolida, y sigue llorando. Mientras esto siga ocurriendo, seguirá sin sentido que esto no se estudie en los colegios. Nosotros desde la Cátedra de Memoria Democrática de la Universidad de Córdoba, hemos creado unidades didácticas para que se estudie en los colegios, y espero que algún día este estado, con total normalidad, deje de asociarse República con guerra civil, por ejemplo, y se empiece a estudiar la República como la sanación de un periodo corrupto de monarquías y dictaduras, y como la guerra civil fue producto de un golpe de estado que provocó una dictadura. Esa es la asociación correcta.

En Andalucía parece que se ha avanzado mucho en la lucha por la Memoria, gracias a colectivos y personas que han luchado para recuperar las voces de las víctimas, sus nombres, sus historias y también sus cuerpos. Con el cambio de gobierno, ¿ha habido un retroceso en esta materia, tan evidente como el que se ha manifestado en otros campos?

No ha habido el avance que debería en los 40 años anteriores. Evidentemente, la derecha, y especialmente la ultraderecha, harán lo indecible, no solamente recurriendo ante el Constitucional, poniendo todas las trabas en la ejecución de protocolos para que se abran las fosas, pero la pregunta es: ¿esto porque no se hizo en estos 40 años? Entonces no gobernaba la derecha aquí. En Andalucía, como en el resto del estado, si la memoria se ha mantenido viva no ha sido gracias a nuestros gobernantes, ha sido gracias a la sociedad civil, ha sido gracias al movimiento memorialista, ha sido gracias a los familiares de las víctimas. Entonces, claro que ahora hay un retroceso, pero ha sido un retroceso sobre otro retroceso, y eso creo que tiene que quedar claro.

Las leyes andaluzas se promulgaron 40 años después de la muerte del dictador, y eso es inconcebible en un estado democrático, realmente, me parece una desvergüenza que se llame democrático teniendo 700 fosas comunes por abrir en Andalucía. Mientras eso no ocurra, tenemos que reprochar, no solamente a los gobernantes conservadores, por poner palos en las ruedas, sino también a gobiernos progresistas, porque, en su momento, nos pusieron la rueda.

¿La poesía sigue siendo un arma cargada de futuro?

La poesía es un arma de construcción masiva, la música también, el cine, la creación, porque eso es lo que nos hace realmente humanos, la mejor capacidad de crear un mundo paralelo, distinto, mejor, y mientras exista esa posibilidad, que solo los seres humanos tenemos, podrá existir la humanidad. Pero fíjate que el ser humano también es capaz de poner banda sonora a las mayores grados de bestialización. Entonces, ojalá la música, la poesía, sean armas cargadas de futuro siempre, que el futuro sea democrático y esperanzador.

Para terminar nuestra charla, y aunque nos salgamos del tema, repasando la entrevista que el compañero Dani Seixo hizo para NR hace dos años, en la que hablasteis, entre otras cosas, del andalucismo, quería preguntarte, ¿cómo afronta ese andalucismo este nuevo ciclo electoral?

El andalucismo no solo es un movimiento político partidista, es sobretodo un movimiento ideológico. Hay que verlo con esperanza, porque hay muchos jóvenes que se han dado cuenta que frente a políticas que atacan directamente a los más vulnerables, y que provocan desigualdad territorial evidente, que mientras existen niveles de desempleo brutales en todo el estado, en donde más desempleo hay es en Andalucía, más grave si es juvenil, más grave si son mujeres. Donde más emigración juvenil hay es en Andalucía. Entonces hay cada vez más jóvenes que se han dado cuenta de que Andalucía necesita una herramienta política, y también electoral, para defender sus intereses, con el mismo rango que tienen otros territorios del estado, igual que ocurre prácticamente en toda la periférica. El estado español parece un donuts en el que toda la periférica tiene representación política, y que esa representación ha logrado formar un gobierno de investidura, no una simple coalición con Unidas Podemos, y Andalucía no ha estado ahí, Andalucía no ha comparecido. Yo lo suelo repetir muchas veces, que una sola voz andalucista vale más que 61 silencios. Andalucía es la comunidad que tiene más diputados en el Congreso y, sin embargo, no hay nadie que levante la voz por nosotros y por nosotras. Lo afrontamos con esperanza, porque yo creo que ha vuelto a resurgir, y aunque se consigan logros, aunque puedan entenderse menores, sin embargo ya son logros inmensos. Yo creo que se está conformando una masa crítica andalucista, se está conformando una nueva forma de acción política andalucista, todo esto es un proceso de nueva creación y desde ese punto de vista lo miro con esperanza.

Andalucía hizo algo enorme, tuvo la intención histórica de levantarse aquel 4 de diciembre, antes de la Constitución española del 77, y conformarse como uno de los pueblos históricos, junto a los gallegos, catalanes y vascos, y pronto le dieron la vuelta a la tortilla y convirtieron aquello en el café para todos, en la igualdad de todos los territorios, y en una serie de sandeces que no son ciertas, pero que de repetirlas parece que la gente se lo ha creído.

Lo que si es cierto es que con el paso del tiempo las desigualdades no han hecho más que crecer, y me parece muy emocionante que gente muy joven, gracias al esfuerzo de muchos como nosotros, que estamos trabajando desde hace tanto tiempo, empiezan a mirarse al espejo y dicen: yo quiero ser como Galicia, como Cataluña o Euskadi, yo también quiero tener mi voz, no solamente en los parlamento autonómicos, si no en todos aquellos que tengan representación electoral. Esto hay que trabajarlo poco a poco, y empujar. Todos hemos vivido procesos muy duros, hemos visto como el BNG llegaba a mínimos históricos, le pasó igual a ERC, y fíjate ahora, como el tiempo, le han dado la vuelta. ¿Porque no puede ocurrir igual en Andalucía?

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