Ante la injusticia, solidaridad: escribe a Pablo González

Escribir una carta a un periodista secuestrado por un estado que se precia de democrático es un grito por la Libertad de Expresión, es seguir compartiendo con Pablo la Libertad de Comunicación que él practicaba en su día a día como reportero.

Por Redacción / LQSomos

«Una carta es una visita no anunciada»
Friedrich Nietzsche

Ocho largos meses en prisión preventiva en Polonia, desde el 28 de febrero de 2022, y a Pablo todavía no le han permitido ni siquiera hablar por teléfono con su familia, de visitas ni hablamos. Tampoco ha podido hablar con su abogado personal. Y lo más curioso, después de ocho meses seguimos sin saber de qué hechos concretos se le acusa, más allá de la vaga insinuación de espionaje. ¿Detención o secuestro? Se están vulnerando todas las normas de Derecho que se supone nos asisten dentro de la Unión Europea.

Si a ti que lees esto también te indigna esta vulneración de los Derechos Humanos, te invitamos a romper el cerco escribiendo a Pablo, que sepa que no está solo, que nos solidarizamos con él y le acompañamos en la defensa de la Justicia y del Derecho a la Información.

Su ausencia nos duele e indigna, y desde la distancia física, no emocional, queremos acompañarle en su aislamiento impuesto de manera cruel. Escribir una carta a un periodista secuestrado por un estado que se precia de democrático es un grito por la Libertad de Expresión, es seguir compartiendo con Pablo la Libertad de Comunicación que él practicaba en su día a día como reportero. Escribir a Pablo González es mandar mensajes de futuro y esperanza.

Al escribir una carta también nos estamos manifestando contra las condiciones en las que Pablo está retenido, pues por un lado está la prisión provisional, pero por otro está el régimen de incomunicación a que está sometido injustificadamente. En Europa estamos viviendo un clarísimo retroceso de las libertades y derechos fundamentales, y el caso de Pablo es una prueba fehaciente.

Con el envío de cartas a Pablo, queremos insuflarle ánimo, que se sienta acompañado e intentar sembrar la esperanza de la vuelta a casa, después de esta mala pesadilla. Pablo no está solo, y no descansaremos hasta que vuelva a su casa, nosotras no seremos libres hasta que Pablo González lo sea.

La dirección postal para el envió de las misivas es:

Pablo Gonzalez Yagüe, s. Alexeia
A. S. Radom
ul. Wolanowska 120
26-600 RADOM
POLONIA/POLSKA

Y si quieres mandarnos copia, nos la puedes hacer llegar a:

info@loquesomos.org

Cuéntale lo que desees, conversa sin límite. Y recuerda decirle que no es necesario que te conteste, para que no se sienta agobiado por tener que dar respuesta si recibe muchas cartas (¡esperamos que sea así!).

Cierra las puertas, echa la aldaba, carcelero.
Ata duro a ese hombre: no le atarás el alma.
Son muchas llaves, muchos cerrojos, injusticias:
no le atarás el alma.
Cadenas, sí: cadenas de sangre necesita.
Hierros venosos, cálidos, sanguíneos eslabones,
nudos que no rechacen a los nudos siguientes
humanamente atados.
Un hombre aguarda dentro de un pozo sin remedio,
tenso, conmocionado, con la oreja aplicada.
Porque un pueblo a gritado ¡libertad!, vuela el cielo.
Y las cárceles vuelan.

Extraído de «Las cárceles», de Miguel Hernández, en El hombre acecha

– Ilustración de portada de Eva Bee.

– Libertad para Pablo – Free Pablo

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