¿Alguien lo dudaba?

Por Víctor Chamizo Viñeta de ElKoko

Si a alguien se le había pasado por la cabeza la idea de que el PP no iba a pactar con Vox, que no se iba a plegar a, por lo menos, parte de sus exigencias, es que no conoce cómo se comporta la derecha en España. Y digo en España, no en Europa, ni en el mundo. La derecha española es diferente, muy diferente a la derecha europea.

En Francia, o en el Reino Unido, la derecha la conforman partidos conservadores de corte liberal, cuyo objetivo es defender el capital y las clases medias altas. En España, la derecha es el franquismo, la defensora del gran capital, de las grandes diferencias sociales, clasista, católica y reaccionaria.

La derecha española es la que se le llena la boca con la palabra España, la que se envuelve en la bandera, la que pretende ganar en lugar de convencer, la que roba todo lo que puede y se lo lleva fuera de nuestras fronteras. La derecha española es la que utiliza a los demás con tal de alcanzar sus objetivos: defender a las clases privilegiadas, entre las que sus componentes se encuentran.

Por ello estaba meridianamente claro que el PP y Vox lograrían entenderse. Porque al PP le interesa alcanzar el poder, y si para ello se ve obligado a hacer concesiones de la naturaleza que sea, las hace. Al PP no le importan los ciudadanos de Andalucía, ni su Sanidad, ni su Educación, ni sus transportes públicos, ni el paro, ni el sector agrario. A la derecha española no le jode que el PSOE haya robado lo que ha robado en la trama de los ERES, a la derecha española le jode no haberlo podido robar ella.

Ciudadanos será la comparsa del PP y va a poner de manifiesto que son dos caras de la misma moneda. Y Vox continuará imponiendo sus ideas programáticas en cada votación, porque los van a necesitar en cada una de ellas.

Y la derecha europea hará lo que ha hecho siempre: decir que así no, con la boca pequeña.

Esto es lo que ha decidido Andalucía, flagelarse, así va preparándose para la Semana Santa.