Alexis Castillo, ¡Presente!

Combatía a la bestia fascista en el corazón de Europa, haciendo suya la lucha de un pueblo aterrorizado y diariamente asediado por las bombas de la OTAN, pero nunca derrotado.

Por Dani Seixo

“En España era activista de los movimientos sociales, participaba del movimiento antifascista. Decidí viajar para proteger al Donbás de toda la locura que estaban haciendo, que era bombardear la ciudad: solamente por hacer un referendum de autodeterminación. Desde mi punto de vista, no apoyo un golpe de Estado criminal”

Alexis Castillo

«No nos arredran las dificultades, no nos amilanan las amenazas de la oligarquía que hemos escuchado toda la vida, no creemos en los llamados a la claudicación y a la indignidad, ni en los judas que aceptan las monedas de su oponente porque sobre esa moral nunca se construirá un  mejor país, ni una sociedad pujante ni una familia solidaria.“

Alfonso Cano

“Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.” 

Bertolt Brecht.

«Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario.»

Ernesto «Che» Guevara

1 de mayo de 2014, día de los trabajadores, miles de habitantes de la ciudad de Odessa desfilan por la heroica ciudad en conmemoración de una jornada de incansable lucha en unión con el movimiento obrero internacional. Entre los carteles que este año porta la multitud, pueden leerse llamados a realizar un Referéndum que descentralice el poder en Ucrania, peticiones para la defensa del idioma ruso, el popular lema antifascista «No pasarán» y numeras exhortaciones a la defensa de la ciudad frente a la sombra del nazismo que renace y avanza incesantemente desde Kiev tras el golpe de estado promovido y respaldado por Washington y Bruselas como ariete político contra la influencia del Kremlin sobre la antigua república soviética.

Al finalizar su recorrido, los manifestantes se reúnen en el Campo Kulikovo y permanecen en un improvisado campamento en el que se recogen firmas para la realización de un referéndum que les permita decidir su futuro político y también se exige la puesta en libertad de los cientos de camaradas detenidos por los servicios secretos ucranianos durante las últimas semanas. La persecución política y los primeros desaparecidos, no ocupan las portadas de los medios de comunicación europeos, pero en Odessa todavía recuerdan el legado de Stepán Bandera y saben reconocer el peligro que parece avecinarse sobre ellos. Desgraciadamente, no se equivocan. Desde la Plaza de Sobornaya, miles de hooligans ultraderechistas procedentes de diversos puntos de la geografía ucraniana, acuden a una supuesta marcha para defender la unidad del país. La realidad es que los oligarcas ucranianos, hartos de soportar la presión y el acoso de los más descerebrados ultraderechistas en las calles de Kiev, han decidido dar vía libre a estos criminales para que desaten su violencia sobre la ciudad de Odessa, ganando de este modo un valioso tiempo que les permitirá trocear los recursos del país y repartirlos en jugosas privatizaciones servidas en contratos sumamente suculentos para los países miembros de la OTAN. El ultranacionalismo ucraniano se centra en la violencia desatada contra Rusia, mientras el imperialismo destroza cualquier atisbo de soberanía para Ucrania.

Ultras del FC Chernomorets Odessa y el F.C. Metalist Járkov, junto a miembros del grupo fascista Sector Derecho, avanzan contra los manifestantes de izquierda que conmemoraban el Día internacional del trabajo. En la calle resuena el himno de Ucrania entremezclado con amenazas contra la población de habla rusa y contra el presidente ruso Vladimir Putin. Entre la multitud, tal y como ya había sucedido en Kiev durante el golpe de estado, comienzan a aparecer jóvenes pertrechados con armaduras y diferentes armas blancas y de fuego. Las barricadas, los cócteles molotov y la violencia contra la población prorrusa se extiende rápidamente por la ciudad.

Los manifestantes anti-Maidán son empujados y acorralados de forma violenta en las inmediaciones del campamento que habían levantado tras la manifestación del 1 de Mayo. El campamento es atacado e incendiado, obligando a cientos de manifestantes prorrusos a retroceder y buscar refugio en la sede de la Federación Regional de Odesa de Sindicatos. Desarmados y ante la pasividad de la policía que debía protegerlos, los manifestantes proucranianos inician un auténtico pogromo contra quienes habían buscado refugio de la violencia en la Casa de los sindicatos de la ciudad. Miembros del grupo neonazi Pravy Sektor disparan sus armas de fuego contra el edificio e inician un incendio tras arrojar multitud de cócteles molotov contra las instalaciones. El fuego se extiende rápidamente por el edificio, provocando que muchos de los que allí se encuentran tengan que arrojarse al vacío para intentar huir de una muerte segura. En la calle, son linchados, apaleados y en numerosas ocasiones rematados en el suelo sin que nadie interceda para salvarles la vida. Activistas de Femen, medios de comunicación occidentales y supuestos líderes europeístas ucranianos asisten a la orgía de violencia con un tono claramente festivo en sus expresiones. Al menos 40 personas fallecen atrapadas por el fuego en el interior del edificio y el número de víctimas y heridos en el exterior resulta difícilmente calculable, debido a la suma violencia que impide que las víctimas puedan acudir a recibir atención médica sin enfrentarse por ello a las milicias ultraderechistas que los buscan por toda la ciudad.

Aquel día, en el estado español, el militante antifascista e internacionalista colombiano, Alexis Castillo, logra comprender que aquel ataque no era solo una agresión contra la ciudad de Odesa, sino que se trataba de un nuevo paso en el renacer del nazismo en Europa, que tras el golpe de estado respaldado por la OTAN, había comenzado a avanzar de forma imparable desde Kiev. Muy activo en la defensa de diversos movimientos sociales y sumamente comprometido con la causa antirrepresiva y la lucha antifascista, Alexis asume en ese momento el compromiso propio de los más firmes revolucionarios y decide, haciendo honor a su compromiso político, pasa a formar parte de las Brigadas Internacionales que combaten en el Donbass a la bestia fascista.

En Donetsk, desde 2015, aúna en su persona la defensa armada de una población indefensa ante las armas de la OTAN utilizadas por Kiev y la incansable labor de formación y concienciación de la militancia europea que, en demasiadas ocasiones, decide mirar para otro lado o directamente sumarse acríticamente a la agresión imperialista de modo totalmente incomprensible para cualquier militante de izquierdas. En la loable defensa de las milicias antifacistas y de la población del Donbass, Alexis luchaba para que “Ucrania cambiase y se juzgasen todos los crímenes de guerra hacia la población civil” y para que «Rusia reconociera al Donbás como un Estado independiente» que garantizase una vida más normalizada a su población dentro de la Federación de Rusia. Combatía a la bestia fascista en el corazón de Europa, haciendo suya la lucha de un pueblo aterrorizado y diariamente asediado por las bombas de la OTAN, pero nunca derrotado.

Por todo ello, el camarada Alexis Castillo, conocido como «Alfonso Cano» en honor al histórico comandante de las FARC, ha perdido la vida durante un bombardeo de la artillería fascista de Kiev contra la posición que defendía junto a sus compañeros. Las mismas armas que diariamente arrebatan la vida a decenas de civiles inocentes en el Donbass, las armas financiadas con nuestros impuestos y que los gobiernos europeos envían a Kiev para poner al disposición de las tropas nazis del Batallón Azov, han arrebatado la vida a un camarada antifascista. No existirá olvido por ello, ni tampoco perdón.

No existe perdón posible para todos aquellos que desde los medios de comunicación han vilipendiado y usurpado el sentido de la lucha de los compañeros que dan su vida para parar enfrentar al fascismo, acusándolos injustamente de imperialistas o incluso fascistas. Ni tampoco existirá perdón para quienes desde el gobierno burgués español defienden, adiestran y equipan al nazismo ucraniano. No existe perdón posible para quienes buscan lucrarse con el movimiento antifascista, pero por miedo a ser señalados por sus superiores, se muestran incapaces de recordar a un camarada que ha dado su vida en la batalla. Como tampoco perdonaremos a todos aquellos que hoy no deciden plantarse ante el colaboracionismo del estado español con la agresión de la OTAN frente a la población del Donbass.

Alexis deja un hijo de seis años, compañera, familia y a miles de camaradas que en todo el mundo lloran su partida física. Lloramos siendo plenamente conscientes de que aquellos que mueren por la vida, nunca pueden llamarse muertos. Hoy tus ideas, tu ejemplo y tu memoria, se transforman en semilla de vencer camarada Alexis. Tu nombre y tu legado vivirán con nosotros.

¡Hasta la victoria siempre! ¡No pasarán!

«Violencia es no tener empleo, es que cierren las posibilidades de tener casa. Violencia es ver morirse a los hijos de hambre sin tener ninguna forma de palear esa situación. Cada uno desde su óptica, desde su drama, tiene una escala de valores. La parte del proceso que ahora se desarrolla en la zona del despeje tiene esa importancia. Va a permitir a través del diálogo ponernos de acuerdo sobre cuál es la problemática que en verdad nos está agobiando, qué es lo serio, qué es lo de fondo. En la medida en que avance esa discusión, en que se profundice en los temas, en que haya posibilidad y garantías de visitar las regiones para intercambiar y dilucidar las respuestas del sentir del conjunto de las regiones de Colombia, que la clase política ni los conoce, podemos ubicar realmente qué tipo de problemática es la que vive Colombia. Se va a desvirtuar la gran mentira de los actores del conflicto. Porque aquí el gran protagonista de la violencia es el Estado. Los demás, todos somos víctimas.“

Alfonso Cano

Se el primero en comentar

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo no será publicada.




 

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.