Al otro lado del muro

Por Daniel Seijo

«El otro día leía los últimos textos del fallecido Tony Judt, con quien comparto haber sido beneficiaria del Estado de bienestar británico, la educación gratuita y la cobertura médica para todos. Judt denuncia la ingenuidad de mi generación, que creyó que esos privilegios durarían para siempre. Ahora están desapareciendo, si no lo han hecho ya. En Nueva York recortan los bonos de comida para las familias pobres. Es obsceno que las pérdidas de los banqueros las vayan a pagar los bebés más pobres de la comunidad.»

Zadie Smith

Resulta complicado hablar de democracia cuando un sistema impone sus postulados, resulta complicado hablar de solidaridad cuando el individualismo y la búsqueda depredadora del máximo beneficio son fomentados y perpetuados por el sistema en aras de la supervivencia de un modelo económico y social que cada día sacrifica -sin mostrar apenas remordimientos- a miles de individuos ante el todopoderoso altar dedicado a la dictadura comercial del dólar.  Históricamente, intelectuales como el sociólogo polaco Zygmunt Bauman, parecen olvidar el hecho de que el marco del estado de bienestar europeo no nace exclusivamente como un acto de generosidad que los diferentes estados asumen con sus ciudadanos, sino que es precisamente la creciente amenaza de un sistema comunista -basado en la organización política de los cuadros obreros para su emancipación- lo que hace reaccionar a una región todavía muy debilitada por la cruel batalla ideológica y militar que durante la IIGM se había librado en su territorio. No existía otra alternativa viable para los grandes estados europeos, no resultaba de ningún modo factible en aquel momento para la maquinaria capitalista implantar directamente en Francia o Alemania un modelo basado en la depredación natural del indefenso, tal y como hoy se está llevando a cabo, por ello el estado de bienestar -esa especie de pacto que supuestamente garantizaba el cese las hostilidades abiertas entre patronal y proletariado- supuso un movimiento de defensa frente al comunismo, una mera estrategia militar del gran capital que le permitía encarar la batalla final frente al sistema comunista, sin temor alguno a las numerosas quintas columnas socialistas presentes en su propio territorio y que en aquel momento sí parecían dispuestas a organizar al proletariado europeo para exigir sus derechos. Olvidaba Bauman que las políticas de Mijaíl Gorbachov y la definitiva caída del bloque soviético en 1991, no fueron más que la constatación de la muerte de un sistema alternativo al capitalismo que llevaba ya sin embargo décadas sufriendo una cruel agonía fruto de la incapacidad política y el sinsentido militarista. No fueron los logros sociales ni tampoco la tan traída libertad de la ciudadanía lo que finalmente consiguió derrotar al modelo comunista, tan solo las armas y la manipulación del discurso pudieron convencer a la población mundial para firmar un pacto con el diablo, dándole de ese modo vía libre para derrotar al único oponente que hasta hoy se ha mostrado capaz de plantarle cara.

Las consecuencias no se hicieron esperar, las desregularizaciones, la privatización, la subcontrata como método para garantizar la precariedad o el florecimiento de los numerosos monopolios que  hoy controlan en los mercados globales servicios tan básicos como la información o la energía, han transformado aquel espejismo del estado de bienestar en una auténtica pesadilla para la clase trabajadora. Una vez derribado el muro que separaba la lógica comunista de la «idílica» realidad del libre mercado, el gran capital ha gozado de soberanía para poder extender con total impunidad sus tentáculos, con ello ha dotado a sus multinacionales de una capacidad sin precedentes para buscar y explotar mano de obra o recursos naturales por todo nuestro planeta. Solo así uno puede explicarse con cierta consistencia la huella anglo-holandesa en los vertidos en Nigeria, los rastros de sangre congoleña en nuestros dispositivos electrónicos o la presencia de precarios soldados afroamericanos en las calles de Bagdad.

El motor de la historia continúa siendo hoy la lucha de clases, una lucha en la que la clase trabajadora se muestra por ahora derrotada y sin aparente capacidad de reacción

Admitamos que en una cosa sí acierta el eminente y popular sociólogo polaco, «la desigualdad está entre nosotros para quedarse», no se trata de una crisis temporal o de una serie de malas decisiones económicas y políticas, la concentración de la riqueza, los colapsos bancarios y los posteriores rescates con dinero público o el cada vez más cercano colapso ecológico son partes tan inherentes al sistema capitalista como lo son la búsqueda del máximo beneficio, la competencia o la innovación. Debemos comenzar a mentalizarnos acerca de las palpables consecuencias de nuestro modelo económico y social, no podemos seguir durante mucho más tiempo escondiéndonos tras nuestras acomodadas vidas occidentales fingiendo que no está sucediendo nada en el mundo, de hecho el agotamiento de ese modelo ha comenzado a llevar sus más crueles prácticas de explotación y precariedad a cada vez más hogares dentro de nuestras propias fronteras, por todo ello las alternativas hoy resultan más vitales que nunca.

Bauman nos hablaba del fracaso de movimientos sociales como el de los indignados o las primaveras árabes, refiriéndose a ellos como alternativas que pretendieron lograr -resistiendo en las calles- que sus exigencias fueran atendidas, pero olvidaba en ese punto que estas protestas poco o nada han tenido que ver en ningún momento con un desafío al modelo capitalista imperante. Las acampadas en Madrid o El Cairo carecían de una base proletaria o anticapitalista sólida y preferente. Hoy, al igual que en el origen de la socialdemocracia europea, tan solo el fantasma del comunismo podrá lograr que los cimientos del capitalismo más salvaje volviesen a tambalearse, tan solo un modelo real y palpable al capitalismo podría lograr que este se sintiese amenazado, que una vez más se mostrase dispuesto a aflojar las cadenas de su explotación para verse obligado a sentarse a la mesa de negociación con la firme intención de atender a las demandas de la masa proletaria. El motor de la historia continúa siendo hoy la lucha de clases, una lucha en la que la clase trabajadora se muestra por ahora derrotada y sin aparente capacidad de reacción. Tan solo una ofensiva firme y decidida podría comenzar a trazar el camino que nos lleve a retomar parte de nuestros derechos perdidos, tan solo el recuperar la conciencia proletaria, la rabia y rebeldía del explotado, podría desvelarnos de esta larga noche de piedra que supone para la clase obrera el capitalismo.

¡Trabajadores del mundo, uníos!

2 Comments

  1. La Humanidad, debe de dirigirse con Dignidad a la raíz del problema; qué es el Sistema Neoliberal Capitalista.
    Reaccionando con una llamada globalizada a la Re Evolución ¡Ya!… Re Evolución Humana Educativa: A partir de un punto de equilibrio, de unidad, marchamos desde la Dignidad y con la Educación. Ante la rebeldía, la Indignación o el desencanto por el poder de la Industria Imperialista. Y por la realidad del efecto y las consecuencia para desfavorecidas y desfavorecidos, al mantener éste modelo social-productivo y económico.
    Diseñado para ganar o perder. Así la banca, siempre gana, es, la que paga y manda, son los dueños del Tablero de juego, y de las reglas para jugar en sus equipos, y en su torneo histórico de Poder: Entre Ricos y Pobres. Dónde se juega, la vida de personas y ecosistemas naturales.
    Unámonos. La Ciudadanía y los colectivos sociales, asociaciones y activistas que están librando batallas independientes y solas, hacia un objetivo compartido y aceptado en común; Educación. Ineludible será la espiral de Unidad de grupos educativos, para que liguen esa fuerza y energía. Creando la base y la estructura potente de una demanda que nos una e identifique; y que a su vez reivindique demandas colectivas… reivindicaciones de cuatro bloques compuestos por la similitud, de las ideas y de acciones: 1º Un Giro de Mentalidad y Actitud. 2º Información y Conocimiento.3º Redistribución de la Riqueza y Nuevas Energías 4º La Economía Verde y Social. Así todas somos uno, y nuestra unión para la liberación humana; hará la transformación de éste cruel Sistema.
    Punto de Equilibrio es un proyecto ambicioso ¡Re Evolución Ya!…. desde la organización y hacia un plan concreto, potente, unitario y pacífico; es una ¡Revolución Educativa! La Re Educación para la transformación de los objetivos del capitalismo neoliberal. Por medio de concienciar para dar un giro de 180º en nuestra mentalidad y en la actitud, productiva y social…repercutiendo en la evolución de la Humanidad. ¡No más desequilibrio! Redistribuyamos con Educación Holística. Nuestra Riqueza de información y Conocimiento, y aprendamos y enseñemos él cómo distribuir equitativamente entre la abundancia y la escases de materiales, productos y servicios. El saber, para el beneficio de las personas y la evolución del bien común; nuestra experiencia y práctica para administrar y explotar responsablemente los recursos humanos, naturales y energéticos.
    “Las ideas no necesitan ni de las armas, en la medida en que sean capaces de conquistar a las grandes masas”. Fidel Castro.
    Así la idea de un punto de equilibrio, basado en la Educación y en la Dignidad para conformar un caracol con la unidad humana, compuesta para la integración multicultural y que a su vez impulse la transformación necesaria del modelo consumista globalizado. Y para que sea así útil y efectiva la cooperación de los movimientos individuales, sociales, y políticos, porque el objetivo de unirnos es; para sustituir el corazón –motor de éste sistema militarizado…
    Por otro modelo de sociedad más humano para despertar nuestra atención y la orientación de hacia dónde va dirigida nuestra riqueza colectiva y la energía propia; al esclavizarnos para mandar o guiar nuestro tiempo empleado a la comercialización de nuestro esfuerzo y de nuestro trabajo, un fin que sólo funciona para emprender las prácticas por valores programados, para acumular más ignorancia y más miedo al pueblo, y, aún más poder al amo.

  2. Me ha gustado sobremanera este artículo y por ello felicito a Daniel Seijo.
    Ya lo decía Lenin en relación al sistema capitalista : «En su expansión está su vida y en sus reducción su muerte».
    Todavía y a pesar de los años transcurridos no puedo creer, como el sistema capitalista, fundado desde la época de la Roma Imperial, pudo derrotar a un sistema moderno y útil en favor de la humanidad entera : Una forma diferente de vivir y en consonancia con la Naturaleza. Tal vez fueron las armas nucleares o que sé yo.Tal vez sea por que uno trata de idealizarlo todo.

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