¿A quién le interesan las elecciones en Vanuatu?

Julia King será la sexta mujer en ocupar un escaño en el parlamento de Vanuatu desde que se independizó de Gran Bretaña y Francia hace 42 años. Fotografía: Ginny Stein

Vanuatu es otra de las pequeñas piezas que China está moviendo en el tablero internacional para lograr una hegemonía económica que está cada vez más cerca

Por Angelo Nero

Este pasado jueves, 13 de octubre, se realizaron elecciones generales anticipadas en Vanuatu, una pequeña república insular situada en el océano Pacífico Sur, que alcanzó la independencia en 1980, y que tiene como una de sus señas de identidad que es el único estado de Oceanía que tiene como idioma oficial el francés. Este archipiélago volcánico, compuesto por más de 80 islas, y habitado por poco más de 300.000 habitantes, golpeado por una profunda crisis económica y política, celebró sus comicios con la competencia de seis ex primeros ministros, además del actual, Bob Loughman, del gubernamental Vanua’aku Pati (Partido de Nuestra Tierra), un partido político pro-anglófono y socialista democrático, que condujo los destinos del país insular tras la independencia.

Loughman promovió profundos cambios constitucionales, que le valieron grandes críticas de la oposición, además de tener que sortear las presiones por los fuertes vínculos de Vanuatu con China, -sus fuertes lazos con la potencia asiática llegan al punto de que el único diario del país también publica noticias en chino-, que han tenido como consecuencia continuos intentos de desestabilización por parte de EEUU y su principal aliado en la región, Australia. China ha construido en los últimos años diversas infraestructuras en este estado insular, para la promoción de la agricultura y el turismo, así como el edificio del Parlamento. Bob Loughman también ha sido muy crítico con Indonesia por las violaciones de los derechos humanos en Papúa Occidental, donde apoya al separatista Organisasi Papua Merdeka (OPM, Movimiento Papúa Libre).

El primer ministro, que convocó elecciones anticipadas dos años antes de finalizar su mandato, para evitar una moción de censura, ha conseguido la primera posición en el atomizado parlamento de Vanuatu, pasando de 7 a 8 de los 52 escaños que se compone la cámara, aunque tendrá que volver a buscar alianzas para repetir al frente del gobierno.

Union des Partis Moderés (UPM, Unión de Partidos Moderados), experimenta también una subida que lo coloca en la segunda fuerza política preferida de los votantes de esta nación insular. La UPM, que anteriormente era la quinta fuerza en representación, pasa de 5 a 7 diputados. Esta fuerza conservadora, fundada en 181, y liderada por Ishmael Kalsakau, gobernó el país de 1991 a 1998, con Maxime Carlot Korman y Serge Vohor como primeros ministros. Ambos abandonaron la UPM para fundar sus propias formaciones políticas.

Una de las escisiones del conservador UPM, el Reunification Movement for Change (RMC, Movimiento de Reunificación para el Cambio), que lidera otro ex-primer ministro -cargo que ejerció entre 2016 y 2020- Charlot Salwai, sigue ocupando la tercera posición en el parlamento, aunque baja de 7 a 5 escaños. Le sigue, con el mismo numero de diputados, igualando el resultado de hace dos años, el Leaders Party of Vanuatu (LPV, Partido de los Lideres de Vanuatu), de Jotham Napat.

Y experimenta también una fuerte subida el Rural Development Party (RDP, Partido de Desarrollo Rural), de Jay Ngwele, de 2 a 4 diputados. Todo lo contrario a lo que le sucede al que hasta ahora era el principal grupo de la cámara, el Graon mo Jastis Pati (GJP, Partido Tierra y Justicia), un partido conservador y tradicionalista, liderado por Ralph Regenvanu y muy crítico con el libre comercio y la propiedad extranjera de tierras, que pasa de 9 a tan solo 4 escaños.

A continuación hay hasta una docena de partidos con entre tres y un diputados cada uno, entre los que están el socialdemócrata National United Party (NUP), con 3 escaños; el centro-izquierdista People’s Progressive Party (PPP), con 2. La coalición de gobierno que salió de las elecciones de 2020 estuvo compuesta por diez partidos, entre los que estaban los principales grupos presentes en el parlamento, excepto el partido de Ralph Regenvanu, que se convirtió en el líder de la oposición.

La única mujer del parlamento será Julia King, de la UPM, ex-jugadora de futbol y entrenadora del equipo nacional de fútbol femenino de Vanuatu, la sexta mujer que ocupa un escaño en este parlamento desde la independencia en el país, y que ha declarado al conocer su elección: “Estoy feliz de que las mujeres en general sepan que tienen una voz que se puede representar allí. Esa es la parte que me emociona. Estuvimos bailando durante toda la campaña. Que las mujeres participaran solas en este proceso fue un gran logro. Entramos en esto con los ojos bien abiertos, sabiendo que tendríamos que llegar tan lejos para que valiera la pena.”

El ex primer ministro Bob Loughman, ha conseguido su escaño por un escaso margen, y no está seguro de poder revalidar su gobierno, ya que las conversaciones entre los distintos partidos están abiertas, y es muy posible que haya un cambio al frente de los destinos de esta nación del Pacífico Sur, a la que China y EEUU miran con interés.

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