Los azerbaiyanos aseguran que los armenios pueden pasar por la carretera. Pero para los armenios, las condiciones son políticamente inaceptables
Por Eurasianet
A medida que el bloqueo de Nagorno-Karabaj por parte de Azerbaiyán marca su décimo día y acumula más y más condenas internacionales , se vuelve cada vez más claro que no es un bloqueo como se suele imaginar esa palabra.
Azerbaiyanos prometen que permitirán el paso de armenios por la vía, y en al menos un caso que ha ocurrido: una ambulancia que pasó el 19 de diciembre con escolta del Comité Internacional de la Cruz Roja. También se ha mostrado el paso de convoyes ocasionales de vehículos militares rusos.
El truco, sin embargo, es que tiene que suceder en los términos de Azerbaiyán.
Los manifestantes patrocinados por el gobierno de Azerbaiyán que han impuesto el bloqueo insisten en que dejarán pasar a los armenios civiles y sus suministros de alimentos y medicinas, si llaman a uno de los manifestantes y hacen arreglos con anticipación, y se someten a inspecciones para verificar si tienen armas o bienes ilegales. . Dicen que son los propios armenios los que se niegan a aceptar la oferta.
Ese argumento ha sido respaldado por el gobierno de Azerbaiyán, que rechaza oficialmente la idea de que está bloqueando a los armenios.
“El régimen para la circulación de ciudadanos, mercancías y vehículos por la vía se mantiene sin cambios. […] Las imágenes de video compartidas en las redes sociales muestran el paso sin obstáculos de varios tipos de vehículos, incluidas ambulancias y convoyes humanitarios”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Azerbaiyán en una declaración del 20 de diciembre cuando el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas abordó el tema . “El Gobierno de Azerbaiyán ha expresado repetidamente su disposición a abordar todas las necesidades humanitarias que puedan enfrentar los residentes armenios de manera expedita”.
Para los armenios, someterse al control del tráfico por parte del gobierno de Azerbaiyán es una condición inaceptable.
“Varios informes afirman que el camino está abierto, pero no es exacto”, dijo Ruben Vardanyan, ministro de estado de facto de Nagorno-Karabaj (un puesto similar al de primer ministro), en un discurso de video del 20 de diciembre. “Los azerbaiyanos permanecen en la carretera y pueden detenerse o dejar pasar los autos cuando lo deseen. “Lo consideramos inaceptable, deberían irse y no interrumpir el tráfico”.
Argumentó que someterse a las inspecciones informales equivale a un régimen aduanero de facto, algo en lo que Bakú ha estado insistiendo durante mucho tiempo. “Si les permitimos detener nuestros autos o revisarlos, les dará la oportunidad de establecer técnicamente puntos de control”, dijo.
El tráfico en la carretera conocida como Corredor Lachin, la única carretera de entrada y salida de Nagorno-Karabaj, se ha detenido desde el 12 de diciembre. Ese día, un grupo de manifestantes respaldados por el gobierno de Azerbaiyán comenzó una manifestación exigiendo que las fuerzas de paz rusas, que proporcionan seguridad en el camino, permitir que los inspectores ambientales de Azerbaiyán accedan a las minas en la parte de Karabaj controlada por Rusia para investigar las afirmaciones de que los armenios están robando minerales de la tierra de Azerbaiyán.
Las fuerzas de mantenimiento de la paz se han negado y el enfrentamiento resultante ha detenido el tráfico en la carretera, dejando a las decenas de miles de residentes de Karabaj de etnia armenia efectivamente abandonados. A medida que la crisis se ha prolongado, se ha comenzado a reportar escasez de alimentos y combustible . Las autoridades locales han instituido regímenes de racionamiento de artículos esenciales, y algunas tiendas de comestibles y mercados de verduras han cerrado debido a la falta de productos para vender. También han surgido problemas con la atención médica, ya que los pacientes no pueden ser trasladados a Armenia, donde hay mejores opciones de tratamiento.
Una de las manifestantes, Dilara Efendiyeva, instaló una línea directa para que los armenios de Karabaj soliciten ayuda para cruzar el lugar de la protesta. Pero si bien dijo que han recibido “muchas” llamadas, “la mayoría son amenazas y presiones”, dijo a Eurasianet el 21 de diciembre. “Tenemos información de que está prohibido contactarnos”.
Los residentes armenios de Karabaj no confían en las promesas de Azerbaiyán de que pueden pasar con seguridad, dijo a Eurasianet Artak Beglaryan, ex ministro de Estado de Karabaj. “No tenemos garantías de que los azerbaiyanos no intenten provocar o dañar a la gente común que pasa”, dijo en una entrevista en Ereván, donde se vio obligado a permanecer desde que la imposición sorpresiva del bloqueo lo atrapó en el lado armenio del país. frontera. “Si la carretera está bajo su control [azerbaiyano], pueden revisar los autos, hacerlos retroceder, no permitirles el paso o incluso humillar a los ciudadanos”.
En cuanto a la línea directa de Azerbaiyán, «es un paso propagandístico falso», dijo. “También puedo dejar un número de línea directa y decir que si algún preso político en Bakú tiene quejas, puede contactarme. No tienen la intención de ayudar”.
“Nuestra demanda es sencilla: debemos volver al régimen del 11 de diciembre de usar la carretera, cuando los azerbaiyanos no tenían control sobre la carretera”, dijo.
Los manifestantes y sus partidarios en el gobierno de Azerbaiyán argumentan que sus demandas no están dirigidas a los armenios de Karabaj sino a las fuerzas de paz de Rusia. Son los rusos, argumentan, los que han establecido los puntos de control que los armenios no pueden cruzar.
Las afirmaciones armenias son “nada más que hipocresía”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Azerbaiyán en un comunicado el segundo día del bloqueo.
“Cabe señalar que la carretera de Lachin no fue cerrada por manifestantes azerbaiyanos, sino por el contingente de mantenimiento de la paz de la Federación Rusa. […] Azerbaiyán está listo para facilitar las necesidades humanitarias de todos los residentes armenios que viven en sus territorios, y las afirmaciones de la parte armenia son infundadas”, se lee en el comunicado.
Pero incluso cuando los funcionarios afirman que no están cerrando la carretera intencionalmente, muchas de sus declaraciones sugieren que afirmar el control de Azerbaiyán sobre la carretera es al menos parte de la motivación de la acción.
Un informe del 18 de diciembre sobre la situación de la televisión pública azerbaiyana argumentó que “los expertos creen que para poner fin a esta y otras ilegalidades [refiriéndose a las denuncias de minería ilegal en Karabaj], es necesario establecer un puesto de control azerbaiyano en la carretera. a Laquín”.
Se le preguntó a un alto funcionario del gobierno de Azerbaiyán por qué los manifestantes no estaban realizando su manifestación de una manera que no resultara en un bloqueo efectivo de Karabaj.
“Hemos estado protestando de otras formas durante 30 años”, dijo el funcionario a Eurasianet, hablando bajo condición de anonimato. «Apoyar a los separatistas no es la solución al problema. Queremos que los armenios dejen de robar lo que nos pertenece».
El «cierre efectivo del corredor está indudablemente motivado por objetivos políticos», ya que Azerbaiyán está tratando de «ejercer presión» sobre Armenia, Rusia y las autoridades de facto de Karabaj, dijo a Eurasianet Shujaat Ahmadzade, un analista político con sede en Bakú.
Azerbaiyán está enviando el mensaje a los armenios de Karabaj de que “no están totalmente protegidos” por las fuerzas de paz”, continuó. “La política de desacreditar a las fuerzas de paz ha dado algunos resultados ya que la percepción pública en Armenia y Karabaj ha cambiado principalmente en una dirección negativa”, dijo. «Por lo tanto, el mensaje es que ‘nosotros [Azerbaiyán] no permitiremos que ocurra la catástrofe humanitaria, pero esto se hará demostrando la debilidad de las fuerzas de paz y las autoridades separatistas'».
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