España lidera los datos del paro juvenil de la Unión Europea y la zona euro tras anotarse en enero un 39,9% de desempleo entre los menores de 25 años
Javier F. Ferrero
Demasiado viejo para trabajar, demasiado joven para morir. Así podría resumirse la situación de los trabajadores a corto plazo tras unas polémicas declaraciones del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del, recordemos, Gobierno progresista, José Luís Escrivá.
En una entrevista en el diario Ara, el ministro considera que «hace falta un cambio cultural en España» para seguir la tendencia europea de trabajar cada vez más entre los 55 y los 70 o 75 años.
Escrivá, una piedra en el zapato del PSOE, ha defendido que hoy en día «por razones demográficas y de calidad de vida se puede trabajar más» que antes, y ha señalado que España es, en este sentido, «una anomalía a nivel europeo», donde la edad media de jubilación es más avanzada. «Hay elementos que son normativos, como cláusulas de jubilación obligatorias, pero creo que es un elemento fundamentalmente cultural», ha indicado Escrivá.
Por ello pide que las empresas generen «dinámicas para que las personas de cierta edad vayan cambiando su actividad, las horas de trabajo, la dedicación». «Toda una serie de alternativas antes de retirar a estas personas del mercado de trabajo», ha apuntado. Trabajar hasta no poder hacerlo más y jubilarte sin calidad de vida alguna.
Los desincentivos a la jubilación de Escrivá
Preguntado por si el sistema de pensiones es sostenible, ha respondido que sí y ha asegurado que conseguir que la edad efectiva de jubilación se acerque a la edad legal es «el mecanismo más potente» para su sostenibilidad, por lo que el objetivo del Gobierno es que los desincentivos para la jubilación anticipada sean más efectivos.
En este sentido, el ministro asegura que el Ejecutivo central tiene el reto de reducir el déficit público estructural y ha argumentado que en España no hacen falta nuevos impuestos sino «evaluar» las exoneraciones y beneficios fiscales para ver si cumplen su función.
Ha afirmado que la ocupación juvenil no sustituye la sénior y ha abogado por «generar dinámicas dentro de las empresas para que personas de cierta edad vayan cambiando su actividad, las horas de trabajo, de dedicación…».
Mayores trabajando hasta los 75 años, pero ¿en qué?
La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que la discriminación por edad como un problema al mismo nivel que las diferencias por sexo o raza aunque, especifica, la edad sea la exclusión más normalizada socialmente. En España hay 936.200 ciudadanos mayores de 50 años que está en paro en España, lo que supone un 25 % del total de desempleados, según datos de la EPA del cuarto trimestre de 2020. Más del 70 % de los desempleados mayores de 55 años lleva en esa situación más de un año.
Y es que, por mucho que se intenten maquillar las cifras y por mucho que Escrivá quiera ponerlos a trabajar, el número de mayores de 50 años sin trabajo se ha duplicado en España en los últimos 10 años y constituye uno de los grandes ejes del paro estructural que afecta al país.
Según un estudio de la Fundación Adecco, el 83 % de los responsables de Recursos Humanos no ha contratado a un mayor de 55 años en el último año y el 40 % admite que la edad le genera dudas para el desempeño del puesto. Según el mismo texto, el 90 % asegura que sienten inseguridad en las entrevistas laborales y un 58 % cree que no volverá a trabajar nunca.
Jóvenes sin trabajo, mayores trabajando hasta los 75
Lo que es también llamativo tras analizar un mínimo las palabras de Escrivá es que si España lidera los datos del paro juvenil de la Unión Europea y la zona euro tras anotarse en enero un 39,9% de desempleo entre los menores de 25 años, más de ocho puntos por encima con respecto al año anterior y casi el doble de la tasa media europea, ¿por qué obligar a trabajar a los mayores aún más?
Según los últimos datos publicados por Eurostat, el primer mes de 2021 la tasa de desempleo fue del 16,9% en la UE y del 17,% en la zona del euro, poca variación con respecto a diciembre, donde se anotaron un 16,9% y un 17,2%, respectivamente.
En total, con respecto a enero de 2020, el desempleo de los menores de 25 años se traduce en 184.000 parados más en la UE y en 89.000 en la zona del euro.
Reacciones en redes
Las palabras del ministro no han sentado muy bien a la ciudadanía, que ha usado las redes sociales para mostrar su malestar. El periodista Oriol Sabata ha señalado que la medida se ha cocinado «a medida de la patronal». El también periodista Antonio Maestre ha indicado que con «Calviño y Escrivá este Gobierno «no puede ser de izquierdas». El Doctor en medios Fonsi Loaiza ha sido más directo: «impresentable».
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