Xosé María y Manuel fueron militantes de la Unión do Povo Galego (UPG) en una época de brutal represión y persecución generalizada del régimen dictatorial franquista contra los movimientos sociales, políticos y sindicales.
el proceso represaliador de la depuración se adaptó a las peculiaridades locales en las zonas rurales, evidenciando la existencia de un «franquismo rural» con mecanismos de control social más intensos y personalizados que en las áreas urbanas.
Me atraen mucho las historias de las mujeres porque en los años 30 con la República, ellas estaban reivindicando sus derechos como trabajadoras, como estudiantes, como participantes de una democracia.
Tres instrumentos de poder que vigilaron la vida y costumbres de las mujeres: Auxilio Social -la organización falangista dedicada a la beneficencia-, la Iglesia Católica, y la Comisiones depuradoras del magisterio.
Por primera vez, una víctima del franquismo era escuchada en sede judicial. Un hito histórico tras más de cien querellas presentadas en el Estado español apoyadas por la Coordinadora de Apoyo a la Querella Argentina (CEAQUA) denunciando los crímenes de la dictadura.