40 años de democracia; 40 años de olvido

Por Alba Martínez

Hoy, 15 de junio celebramos que hemos podido disfrutar de 40 años de democracia. Una democracia que vino tras una dictadura que acabó de forma ilegítima con un gobierno democrático, republicano y elegido por la sociedad. No olvidemos.

Todavía hay 114.226 desaparecidos y desaparecidas de la dictadura franquista en las cunetas, según informa la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica. Somos el segundo país con más personas desaparecidas después de Camboya.

Tras la II Guerra Mundial, las democracias europeas se constituyeron sobre las ruinas de la guerra y con una base antifascista. En España, por el contrario, no sucedió lo mismo. El resto de países restituyeron la memoria histórica, pero aquí se ignoró. Se restituyeron las instituciones y se hizo borrón y cuenta nueva. Nada de víctimas del caudillo, nada de nombrar una república que fue injustamente abolida a manos de un golpista; empezamos de cero y nos olvidamos de esas personas que lucharon por conseguir una democracia, que murieron, que fueron torturadas, encarceladas, asesinadas y abandonadas en cunetas.

Hoy se celebran los 40 años de democracia que hemos vivido tras el franquismo. Y está bien, hay que celebrarlo, pero cabe recordaR, que previo a la dictadura también tuvimos una democracia.

La Transición se ha convertido en un momento idílico de la historia de España. Con ella se han blanqueado biografías de franquistas y se ha intentado desvincular la figura de Juan Carlos de Borbón de la de Franco. Esta democracia fue obra y gracia del rey Juan Carlos. Se han olvidado de esos hombres y mujeres que lucharon por una democracia, que sufrieron y se sacrificaron por las libertades.

Hoy, el gobierno dedica dos millones de euros para mantener la tumba de Franco y no dedica ni un euro a la búsqueda de desaparecidos.

Hoy no hay que recordar solo  a los padres de la constitución, sino también homenajear a esos ciudadanos que con su lucha fueron resquebrajando poco a poco los cimientos de la dictadura

Pero no todo es malo. Personas como Ascensión Mendieta, que ha luchado hasta encontrar a su padre, son aquellas que demuestran que se puede hacer justicia. Esta mujer acudió a Argentina, y desde allí la han ayudado en la búsqueda de los restos de su padre, Timoteo Mendieta.

Gracias a Argentina, 105 víctimas del franquismo han sido exhumadas. Es un comienzo. Es triste que sea otro país el que pida justicia para los muertos a manos del franquismo.

Hoy celebramos 40 años de democracia, y es una victoria que le ganamos a la dictadura. Pero llevamos 40 años de democracia en los que no ha existido justicia para las víctimas de Franco ni castigo para sus verdugos. No perdamos la memoria.  Hoy no hay que recordar solo  a los padres de la constitución, sino también homenajear a esos ciudadanos que con su lucha fueron resquebrajando poco a poco los cimientos de la dictadura. Miles de luchadores y luchadoras invisibles en la historia que se rebelaron en contra de la dictadura franquista.

La clase trabajadora tuvo mucho que ver con la llegada de la democracia. Cuenta Alberto Garzón en el prólogo del libro “Toda España era una cárcel” que “mientras Fraga era ministro portavoz de la dictadura y se encargaba de amenazar a los familiares de los presos o justificaba ejecuciones como la de Julián Grimau”, los ciudadanos y ciudadanas “luchaban contra todo tipo de injusticias cometidas en España”.

La memoria es imprescindible. No debemos olvidar. Justicia y reparación. Necesitamos una sociedad consciente de su memoria.

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