Con todas las críticas que se le podrían hacer a Sadam, que son muchas, que son infinitas, Irak era un país, mientras que hoy, tras el experimento norteamericano, de reinventar un país a su imagen y semejanza, ha fracasado de manera rotunda.
Las manifestaciones han estado en curso durante 10 meses, comenzando con el golpe de octubre de 2021, que detuvo la transición a la democracia que comenzó después del derrocamiento de Omar al-Bashir en 2019, quien estuvo en el poder desde 1989.