La Nakba no es un momento fosilizado de un trauma histórico, sino una catástrofe ininterrumpida, un neocolonialismo continuo que sigue desplazando a los palestinos que han conseguido conservar sus tierras e impidiendo el regreso de los expulsados.
É realmente o fin da personalidade privada e, esa situación, non parece ser un problema de resolución individual, aínda que sexa un problema do cidadán mentres individuo. Tratase de algo que ten a ver co colectivo.
El sistema electoral libanés sigue siendo un obstáculo para el surgimiento de una política de clase desde abajo que desafíe al sistema político neoliberal sectario y sus élites.
La sociedad no ve diferencias claras entre los partidos mayoritarios. Por lo tanto, es fácil para la extrema derecha adoptar una retórica encantadora y aparentemente innovadora.
las imágenes transmitidas por Al Jazeera mostraban a dolientes pacíficos, incluidos los portadores de ataúdes, siendo atacados sin signos de provocación.
necesitamos una brutal y demoníaca organización satánica, un partido que eduque dementes consientes capaces de formar verdaderos y maliciosos estrategas de la clase obrera infernal.