Por mucho que sus creadores afirmen que la compañía estaba lista para salir al mercado, la realidad es que eso no solo depende de la madurez de la compañía, sino también de sus estándares éticos.
Mientras la llama de la reparación se extiende tras permanecer tenue durante décadas, la actualizada ley de Memoria Democrática parece un cortafuegos. Se trata de una ley que cumple algunas expectativas pero que se queda a medio camino en el destino de la eficiencia.