Mientras la digitalización y el poder corporativo avanzan, las instituciones estatales y los movimientos sociales reaccionan a estas nuevas realidades con relativa lentitud, sin lograr anticiparse a escenarios futuros.
Recuperar la Memoria de las víctimas es la alternativa al silencio impuesto. Es un acto casi subversivo, porque damos voz a los que fueron silenciados, devolvemos la dignidad a los que fueron ultrajados, ponemos fin a la impunidad del opresor y deja de perpetuarse la traición.
EEUU y Reino Unido crearon y radicalizaron en Somalia al grupo extremista al-Shabaab, desencadenando una crisis humanitaria que persiste en todo el país.
A finales de 2019 la plataforma “Pour vivent nos langues”, se manifestaba en la capital francesa para denunciar un “lingüicidio”, que se extiende a las lenguas autóctonas de los Territorios de Ultramar.
Acontecimientos golpistas, cuya semilla nos llegó al siglo XXI. La mayoría de ellos y algunos más de los que hablaremos, están en la memoria de la historia, y se ejecutaron contra el poder establecido, el poder popular y la democracia.