
Mes: noviembre 2020


A propósito de Felipe González
Con los primeros gobiernos socialistas, todo fue diferente. Desaparecida supuestamente la lucha de clases, comenzó el avance hacia el bienestar: educación para todos, sanidad universal, prestaciones y derechos sociales; cultura, inversiones, hospitales y carreteras. Parece que podíamos convivir con el capitalismo. El objetivo: la construcción del Estado del Bienestar, poco a poco, todo se fue frustrando. El bienestar con democracia, no era lo mismo que el socialismo democrático; el capitalismo estaba intacto y la ideología socialista en venta.

Abiy Ahmed, el premio Nobel de la paz que se fue a la guerra
Pese a los anuncios de la “pacificación” de Tigray, el primer ministro etíope se enfrenta a una más que posible guerra de guerrillas por parte de los milicianos rebeldes, en una región particularmente escabrosa, donde el TPLF todavía podría movilizar –aún no hay una cifra oficial de las bajas que ha sufrido en esta guerra- unos 200.000 hombres, bien equipados e incluso con artillería pesada

Pablo Picaso, in memorian. El Guernica.
El Gobierno de la República pagó a Picasso un total de 150.000 francos por el Guernica. El pintor no quería dinero por el mismo. Al aceptar el encargo solo pensó en su compromiso con los republicanos españoles pues defendía que “los artistas no podían ni debían permanecer indiferentes frente a un conflicto en el que están en juego los más altos valores de la humanidad y de la civilización”.



Alejandro Casona y el Teatro del Pueblo
La última representación del Teatro del Pueblo dirigido por Alejandro Casona tuvo lugar en julio de 1936, ya iniciada la Guerra, en el Hospital de sangre Giner de los Ríos de Madrid. Hasta entonces, Casona, abanderado de la República, vive un periodo de éxito y reconocimiento. Se convierte en uno de los autores más aplaudidos, pero la Guerra acaba con sus expectativas de futuro. Alguien dijo que si no se hubiera marchado de España hubiera acabado fusilado como Lorca, ya que no le hubieran perdonado la autoría de Nuestra Natacha, una de las obras más progresistas de la época, estrenada en 1935.