El pensamiento, una barra de pan y mi vecina
Hay una pequeña parte del pensamiento que sigue libre e intenta volar pero le cuesta mucho hacerlo porque en general, aunque esté viva, tiene las alas rotas y si alguna parte las conserva intactas tiene que estar constantemente esquivando los disparos de aquellos que le ven como el mayor de los peligros que ha inventado la naturaleza y al que hay que derribar cueste lo que cueste.