16.000 Millones, el nuevo «ajuste» que nos anuncia Montoro.

Roberto Santos

Ayer el ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, salió de su madriguera para decirnos que el crecimiento económico actual es “sano y saludable”, pero que la deuda pública es tan elevada que va siendo hora de reducirla, ni más ni menos, que 16.000 millones de euros.

Montoro ha señalado que la prioridad será bajar la deuda del sector público, “que hoy mantiene un nivel muy alto”, al tiempo que ha añadido que los presupuestos de 2017 serán exigentes porque el objetivo de déficit deberá pasar del 4,6 % del PIB de 2016 al 3,1 % del PIB en 2017, lo que supone un “ajuste” de 16.000 millones de euros. Así, el ministro ha calificado 2017 como el año más difícil de la legislatura.

Según Montoro, el 2018 será un año más fácil que el 2017, ya que cruzar el umbral del 3 % del objetivo de déficit, cuando la meta se sitúa en el 2,2 % del PIB, es “más accesible”. Montoro ha incidido además, en que en los presupuestos se incluirán puntos del acuerdo de investidura pactado entre el PP y Ciudadanos.

Lo que no ha contado Montoro al hablar de la deuda pública es como está ha crecido tanto en tan poco tiempo. Se ha olvidado de hablar del rescate bancario, 122.000 millones, del rescate de las autopistas… Será que ya no se acuerda, de cuando llamaban al rescate bancario: “crédito muy ventajoso”, o cuando De Guindos nos decía sobre el rescate que: “No tendrá coste para los ciudadanos”.

Bueno, pues si tendrá coste y encima ahora toca recortar para bajar la deuda que otros nos han dejado y que nosotros, todos nosotros, tendremos que pagar. Eso sí, podemos estar contentos y felices porque como bien nos explicó ayer el ministro Montoro, el sector privado ha reducido su deuda en más de 40 puntos de PIB, entre 400.000 y 450.000 millones de euros, de los que casi dos terceras partes han procedido de las empresas financieras y cerca de 200.000 millones de las familias.

Y cómo no, ha dejado su mensaje político al PSOE, eso sí de forma indirecta, pero no hace falta ser un lince para entender que cuando Montoro nos dice que esta legislatura será posible “enterrar la crisis económica definitivamente”, para ello será necesario “el diálogo, la negociación y, en su momento, la cesión en los planteamientos políticos”. Montoro ha mostrado su “convicción” en que durante los próximos años se llegará a “20 millones de personas trabajando en España”, lo que supondrá abandonar la “inaceptable” tasa de paro actual. Pero que no se nos olvide, porque él de hecho lo ha subrayado varias veces, para conseguirlo será necesaria la colaboración de las diferentes formaciones políticas, “más allá de las diferencias ideológicas”, para “coincidir en el interés general”.

Por si todavía alguien no lo ha entendido, necesita que el PSOE le apruebe los presupuestos, que serán muy impopulares porque vienen con un “ajuste” de 16.000 millones de euros debajo del brazo, pero oye, este nuevo esfuerzo nos traerá un porrón de empleo y los demás partidos políticos deberían apoyarlo por el interés general.

¿Qué hará el PSOE? Pues si nos basamos en su comportamiento hasta ahora, de momento por el “interés general” ya se han abstenido para hacer presidente del Gobierno a Mariano Rajoy, partiendo en dos el partido y liquidando de mala manera a su secretario general, elegido democráticamente por las bases del partido y además han aprobado el techo de gasto, que de alguna forma es la antesala a la aprobación de los presupuestos, así que…

Pero bueno, seamos optimistas, de momento Hernando (PSOE) nos ha dicho que no aprobaran los presupuestos y ya sabemos que es un hombre de palabra, hasta que la cambia.

Sería bueno que los que aprueben ese presupuesto y por tanto ese nuevo “ajuste” asuman que están legitimando no solo el “ajuste” de 16.000 millones de euros más, que es una auténtica barbaridad, sino que además están legitimando el rescate financiero, el rescate a las autopistas sin coches y la corrupción generalizada que también nos ha costado una pasta y que seguramente hoy nos serviría para tener superávit en vez de una deuda descomunal.

Tampoco estaría de más que dejen de tomarnos el pelo hablando de 20 millones de empleos, porque francamente cuesta creerlo y tampoco es para tirar cohetes si estamos hablando de más empleos precarios con contratos de una hora y sueldos que no dan ni para chicles, mientras no deja de subir la factura de la luz, la gasolina, la cesta de la compra…

Y ya sería de no creer si además de decirnos que hay que pegar un hachazo descomunal, nos dijeran dónde pretenden darlo. Igual eso explica que la ministra de Sanidad, Dolors Monserrat, que de momento parece tan incompetente como la anterior, Ana Mato, nos hable de un copago nuevo a los medicamentos, pero sea tan sumamente inútil que se pone a hablar de ello sin tener muy claro de qué está hablando, dándonos declaraciones tan lamentables como esta: “que pague más el que tiene más, no quiere decir que le subas, a lo mejor le bajas a los que tienen menos, a lo mejor en el tramo de 18.000 a no sé qué tramo, veremos lo que nos dicen los expertos, a lo mejor se baja, a lo mejor se sube o a lo mejor se queda igual.” Sin palabras.

A la espera de los expertos para ver si los pensionistas tienen que repagar más y a la espera de ver qué partidos tiran de sentido de Estado para apoyar unos presupuestos que vienen con más recortes debajo del brazo. ¿Será el PSOE? ¿Será el PNV? ¿Ciudadanos?

Lo que está claro es que se acabó la tranquilidad y vuelven los recortes, también llamados “ajustes”, eso sí, siempre por nuestro bien, porque hay que pagar el pufo de la banca y de las autopistas y vete a saber si además no pagamos el pufo también de los bancos con las cláusulas suelo, porque pobrecitos los bancos que ahora tienen que devolver lo estafado.

Ale, a disfrutar lo votado.

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