Trump ha ido minado a lo largo de su mandato los derechos del colectivo LGTB en los ámbitos de la salud, el empleo, la vivienda, la educación, el comercio, el ejército, la política penitenciaria y los deportes.
Para ganar a la cloaca, que hasta ahora ha llevado la batuta imperial, necesita apabullarla y arriesgar el todo por el todo. Ese es el porqué de su conflicto absurdo contra el mundo
Dentro del imperio es imposible implementar políticas auténticamente transformadoras e igualitarias. Solo desde la soberanía económica e independencia real se pudiera emprender el camino hacia el socialismo y la igualdad.
Igualmente, han reaccionado para que la educación pública ni sea ya universal ni mucho menos gratuita en favor del subvencionismo de la educación privada en la que los mismos amigos de los gobiernos de turno hacen el agosto y deciden de forma elitista, quién puede estudiar y quién no.
En Estados Unidos no existe algo así como una cuerda de rescate para ahogados en forma de un estado de bienestar medianamente serio y responsable. Allí las cosas son sencillas: o te matas a trabajar o mueres