El 31 de agosto, el gobierno de Finlandia, hizo público un documento en el que equipara el comunismo con el nazismo y contempla la prohibición de los símbolos comunistas.
El Partido Comunista de Ucrania fue prohibido permanentemente. Las autoridades han estado tratando de acabar con el partido durante más de siete años utilizando leyes de «descomunización».
El régimen de Kiev ratificó la prohibición del Partido Comunista de Ucrania. Otros 11 partidos opositores se mantienen inhabilitados por ser considerados «anti-ucranianos».
La izquierda moldava lleva a cabo protestas ante la aprobación en el parlamento de prohibir la exhibición de símbolos soviéticos y antifascistas en el país.