Los cientos de trabajadores sanitarios e investigadores contra el cáncer que han sido despedidos son un espaldarazo para una enfermedad que mata cada año a 100.000 personas en España.
La reacción patriarcal contra la víctima de la violación múltiple ocurrida durante los Sanfermines de 2016, saca a relucir una vez más el machismo imperante en la sociedad española.