Las cuotas de vacunación se estancan en Alemania y sus países periféricos pese a los esfuerzos de las autoridades, un fenómeno que los expertos atribuyen a factores como la fe en las medicinas alternativas.
Las personas que reaccionan a un mensaje antivacunas fácilmente pueden convertirse en grupos de interés electoral, en posibles clientes de medicinas alternativas, en consumidores de algún producto real o político, etc.
«Esta cepa mutante de “negacionismo científico” se ha convertido en su propia pandemia, una que nos deja en la negación de nuestra capacidad para implementar el cambio»