El terrorismo, como táctica, es una forma de violencia que se distingue del terrorismo de Estado por el hecho de que en este último caso sus autores pertenecen a entidades gubernamentales.
No me extrañaría que el propio Feijoo y sus seguidores terminen asumiendo el fracaso y reconociendo que lo de la humillación es un problema suyo personal, y que sean ellos mismos quienes acaben pidiendo a catalanes y vascos que se larguen.