Un artículo de Roberto Santos. Treinta y cinco años han pasado ya desde que en junio de 1981, fueron descritos en Los Ángeles, EE UU, los cinco primeros casos en el mundo de lo que un año después se conocía ya como «SIDA».
Estaba intentando poner una película cuando escuché a lo lejos el timbre del teléfono. Eran las diez de la noche de un martes. La casa estaba en silencio. Hacía ya un buen rato que había dejado a los niños en la cama y al Kalvo con ellos.