Opinión | El sistema alienta la «esclavitud laboral»

 Por Manuel Tirado, viñeta de El Koko

Estamos ya acostumbrados, por desgracia, a ver las salas de los juzgados en España como una especie de pasarela de la moda diabólica del Partido Podrido, donde modelos con trajes de Armani y pelo engominado rinden cuentas por ser los malabaristas del hurto, la financiación ilegal y las cuentas “Offshore”.

Mientras, el Gobierno de nuestro país, ese que también está en manos de esa misma banda mafiosa llamada Partido Popular, pregona a bombo y platillo, con orgullo y satisfacción, los últimos datos del paro con una sonrisa en los labios y sacando pecho por lo que ellos dicen que es la señal de la recuperación económica de nuestro país.

Ahora el trabajador, la persona que consigue un empleo, sigue siendo un paria más de este sistema que nos utiliza como si fuéramos mercancía de usar y tirar, donde los trabajos temporales y los sueldos míseros están a la orden del día

“¡Tranquilos, que os estamos robando, que nos llevamos el dinero a cuentas en paraísos fiscales, que usamos las empresas de nuestros amigotes y hasta las nuestras para hacer negocio a costa del dinero de todos los españoles!… Pero ¡Ojo… el paro ha bajado! ¡Para que os quejéis… españolitos de a pie! ¡Velamos por vosotros!… ¡Os sacamos de casa para daros un curro de mierda en una cafetería, trabajando 15 horas diarias y cobrando 500 ó 600 euros! ¿Nos vais a decir que no trabajamos para superar la crisis? ¿Nos vais a acusar con el dedo llamándonos corruptos si estamos dejándonos la piel para que podáis trabajar?… ¡Joder, que sí, que cobráis poco… ¡Pero menos es nada chavales! ¡Ánimo que os vais a comer el mundo!”…

Está claro que el lenguaje irónico es cada vez más usado por la ministra Báñez y demás miembros del PP a la hora de hablar de empleo y de recuperación económica. Me pone de los nervios cuando algunos siguen usando la insidiosa frase: “Mejor un trabajo precario que nada”. A estos lumbreras me gustaría verlos a mí subsistiendo con 500 euros al mes de sueldo.

Los empleos que se están generando, sobre todo en este principio de verano, no se parecen ni en salario, ni muchos menos en calidad a los de antes de la crisis. Lo cierto es que estamos creando un sistema de semiesclavitud (y no exagero para nada) donde todo se maquilla con números y buenas cifras pero que en la realidad es una mentira, ya que ahora el trabajador, la persona que consigue un empleo, sigue siendo un paria más de este sistema que nos utiliza como si fuéramos mercancía de usar y tirar, donde los trabajos temporales y los sueldos míseros están a la orden del día.

Y lo peor es que tenemos que escuchar a la ministra Fátima Báñez, con esas “cifras maquilladas” en las manos, diciendo que su reforma laboral fue un éxito y asistimos con cara de asombro al espectáculo de las ruedas de prensa rimbombantes y de titulares majestuosos en los periódicos de los amigotes donde se nos remite a los grandes números, como si las cifras fueran una imagen calcada de la realidad. Y por desgracia, no es así. Tras las cifras está el drama humano que no es otro que ver cómo después de partirte el lomo sirviendo cañas a los guiris durante quince horas, tu sueldo no te da para llegar a final de mes.

En definitiva… llega el verano y llega la explotación de muchas empresas que usan a los chavales en prácticas como auténticos esclavos. Llega el verano… y proliferan los contratos de cuatro horas que en realidad son de 15 horas o más en una terraza de esta España de sombrilla y pandereta, donde según nuestros dirigentes tenemos que vivir felices y contentos porque por lo menos podemos tener curro.

Los parados descienden, pero aumentan la extrema precarización, la explotación laboral, la pobreza y la desigualdad. Y encima algunos creen que debemos dar las gracias, agachar la cabeza y ser esclavos de este sistema neoliberal que poco a poco aprieta más el nudo de la soga en nuestras gargantas, para que tampoco podamos ni gritar. Ni el derecho al pataleo nos dejarán.

Desgraciadamente al mismo tiempo que nos esclavizan también nos amordazan la voluntad y los pueblos sumisos, ya se sabe, caminan hacia la esclavitud y se alejan del camino de la libertad.

Se el primero en comentar

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo no será publicada.




 

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.