Opinión | Pensiones y balas de goma

Por Luis Aneiros | Ilustración de El Petardo

A veces, dos noticias referidas a temas distintos son el dibujo perfecto para conocer la realidad de lo que vivimos cada día. Si hablamos de pensiones y de un ex director del Guardia Civil, puede resultar difícil, en principio, encontrar una relación. Pero si ponemos a cada uno en la noticia que le corresponde, tenemos dos piezas de un puzzle infame que tiene nombre: Gobierno de España.

Al tiempo que el Gobierno mantiene, gracias al apoyo de Ciudadanos en la Mesa del Congreso, el veto a la subida del 1,2% de las pensiones, propuesta por PSOE, UP, PNV, ERC y el Grupo Mixto, el ex director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, es nombrado asesor en Red Eléctrica de España, de la que el Estado español es el mayor accionista. No se suben las pensiones porque supondría un sobrecoste del presupuesto estatal de 1.150 millones de euros, pero al señor Fernández de Mesa se le puede asignar un salario de 180.000 euros anuales por pertenecer a la cúpula de REE sin haber hecho ningún mérito para un puesto así, ni poseer experiencia alguna que lo justifique.  «Ha sido considerado idóneo para el cargo, dada su experiencia y conocimientos en materia de seguridad integral…” (sic) es lo mismo que decir que ha sido considerado idóneo por su experiencia en jardinería o en manejo de tractores… tan sólo una excusa. Y es indecente…

Es indecente que el mensaje que nuestros gobernantes envíen a la población, a la que prometieron servir, sea que importa más el futuro de uno de los suyos que el de quienes se han dejado la vida durante decenas de años aportando trabajo de verdad

Es indecente que se les apruebe a nuestros mayores una subida del 0,25% mientras se prevé una subida del IPC del 3%, y que se niegue un 1,2% que supondría tan sólo una limosna. Y es indecente que, al tiempo, un privilegiado de oscuro pasado y de nefasta labor en su último cargo al frente de la Guardia Civil, vea premiada su lealtad al amo con un cargo innecesario y que le supondrá un tiempo aumentando sus ingresos sin responsabilidad real alguna. Es indecente que el mensaje que nuestros gobernantes envíen a la población, a la que prometieron servir, sea que importa más el futuro de uno de los suyos que el de quienes se han dejado la vida durante decenas de años aportando trabajo de verdad, servicio de verdad, esfuerzos y sacrificios de verdad… 1.150 millones de euros, con los antecedentes de rescates a bancos y autopistas, son una simple burla cuando se habla del bienestar de nuestros abuelos, pero 180.000 euros son un despilfarro inmoral cuando se habla de un ya de por sí bien posicionado servidor del sistema.

Y como cereza confitada del pastel, el FMI recomienda más dureza en la reforma laboral y subidas del IVA básico. Y la pregunta surge por sí sola: ¿podemos esperar de un gobierno como el nuestro, que niega una subida ridícula a los pensionistas y premia a sus “buenos chicos” con puestos ficticios, que resista la tentación de aumentar la presión sobre los ciudadanos para contentar a las instituciones internacionales, amos absolutos de lo que nosotros (pobres incrédulos) llamamos nuestra patria? Subámosle el IVA de su comida a los mismos a los que les negamos pensiones dignas acordes al nivel de vida… y al resto de la población. Total, Arsenio Fernández de Mesa dispondrá de 180.000 euros más al año para afrontar esa subida y las que dispongan desde fuera. Porque el hombre lo merece, que hacer buen uso de las pelotas de goma no es asunto baladí.

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