No tengo por qué respetar lo que dices: la paradoja de la opinión

Por Sergio Martos García

«Es mi opinión», ¿verdad? Pues claro que sí, eso es obvio. «Tengo derecho a expresarlo». Sí, no me cabe duda. Y a ti tampoco, supongo, porque lo has hecho; sólo te ha molestado que te señalara algo con lo que no estoy de acuerdo. Pero en vez de dar alguno de tus minutos (que deben de ser demasiado valiosos para ello), has preferido creer que he «atacado tu derecho a decir lo que piensas». Pero ese es también mi derecho. Y esta es la paradoja de la opinión.

Porque la paradoja de la opinión no es más que un monólogo que usa a los demás como una excusa barata: es un diálogo tan vacío que necesita el espejo de otro comentario

No hace falta que me cites a Voltaire o a Diderot, de verdad. Aunque no les he leído mucho, estoy seguro de que tu actitud les parecería perfectamente estéril: la idea para ellos no era, sin más, «tener derecho a la opinión», sino tener derecho a defender posturas distintas. Pero no te preocupes, en el fondo tampoco estoy demasiado de acuerdo con eso, aunque en la práctica cumpla obedientemente. Como Kant, creo que eso es lo importante.

No te preocupes, no voy a perder el tiempo creyendo que vas a leer esto. Si lo hicieras, sería más que probable que ya hayas pensado en eso que haces, porque tu lógica no va contra mí, sino contra ti. Eres tú quien no espera mirar sobre sus propios pasos, quien no cree que pueda decir algo atacable. Si es así, lo más seguro es que hables antes de pensar. Y cuando alguien hace eso, no queda mucho que se le pueda decir. Con existir le basta.

Un tipo dijo que «pensar es dialogar con uno mismo», y ahí también está la paradoja de la opinión. Porque la paradoja de la opinión no es más que un monólogo que usa a los demás como una excusa barata: es un diálogo tan vacío que necesita el espejo de otro comentario.

Esa es la magia. La ignorancia necesita alguien a quien ignorar, algo a lo que faltar. No, no tengo por qué respetar tu triste opinión; tiene menos de opinión que de espasmo nervioso.

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