La ley vs la razón

Por Victor Chamizo

Queridos lectores. La situación de Cataluña es abrumadora. Independientemente del sentimiento que cada uno tenga al respecto. Todas las ideas, todos los argumentos son válidos. En una democracia se discute, se debate, se hacen concesiones, se llega a acuerdos. Pero lo que estamos viviendo estos días, a juicio del que escribe, es un auténtico disparate. No pretendo que se esté de acuerdo conmigo. Sólo digo lo que pienso, y lo que siento.

Lo que pienso es que estamos agotando una democracia, una democracia con minúsculas, porque una Democracia, con mayúsculas, habría sido mucho más generosa que la mera aplicación de la ley, que la de la aplicación de un artículo de la ley.

De sobra sabemos que las leyes se establecen para ser cumplidas, pero, ¿acaso no sabemos que las leyes adquieren obsolescencia?, ¿Acaso no sabemos que las leyes pueden no ser justas? ¿Acaso no conocemos que dependiendo de en qué época, o de que,en función de que formación política tenía la mayoría, las leyes se redactaron de una u otra forma?

Hay una gran parte de la ciudadanía que desconoce que el gobierno ha incumplido 34 sentencias del Tribunal Constitucional. ¿Me puede alguien contestar a esta sencilla pregunta: cuántos dirigentes o cargos públicos han ido a la cárcel por ello? ¿Se ha publicado en los medios? ¿Se le ha dado importancia? ¿Se ha puesto el altavoz diariamente en estos casos?

Si continuamos hablando de leyes, tanto PP como PSOE han incumplido las de financiación de los partidos políticos, así como CIU y otras formaciones políticas, aparte de la inmensa letanía de casos de corrupción que podríamos citar. ¿Cuántos de ellos están en la cárcel? Una escandalosa minoría.

¿Se acuerda alguien de los GAL? ¿No se trataba de una organización terrorista? ¿Tiene menos importancia el terrorismo de estado que el independentismo? ¿Por qué?

¿Recuerdan los casos de Lasa y Zabala? ¿Qué pasó con eso? ¿Dónde estaba la ley? ¿Dónde el Tribunal Constitucional, el Tribunal Supremo? ¿Qué sucedió con Pinochet, cuando el juez Garzón llevaba el caso? ¿Qué ha sucedido con los casos de las víctimas del franquismo? ¿Dónde han estado la ley, los jueces, lo fiscales, los partidos políticos, las banderas de España en las ventanas?

La pregunta es ¿Quién y para qué hizo la ley? Yo no voy a regalarles la respuesta.

Y antes de la aplicación de la ley hemos sido testigos mudos de la brutal contundencia con la que las fuerzas de seguridad del estado han actuado contra el pacifismo de un pueblo – independientemente de su posición ante otro artículo de esa misma la ley. Contundencia que algunos – de los que elaboraron la tan repetida ley – han defendido en los medios, sin sonrojarse.

Todo lo anterior es lo referido al razonamiento.

El sentimiento no es otro que tristeza.

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