Día triste de abril

por El señor Kowalski @elsenorkowalski

La Asociación Mundial de Hijos de Puta reunida en las cloacas del mercado, decidió posponer la primavera por su elevado coste sanitario. Al parecer, los gastos derivados de alergias y otros males coronarios merman sobremanera el presupuesto destinado a los bienes de primera necesidad: las primas millonarias, los coches oficiales, la coca de las putas y la I+D+i de metralletas. Apoyan sin reservas la medida el FMI y el Banco mundial. Para el eje del mal está muy bien. Para el eje del bien no está tan mal. Únicamente se han mostrado en contra El Reino de Redonda y Neverland.

Aunque aún no se sabe qué será de las pasiones propias de estas fechas, según fuentes cercanas al amor –que dicho sea de paso está en los huesos– se recomienda el uso de cadenas en los casos de púberes con granos. En los casos de adultos se aconseja vivamente extremar las precauciones en las distancias cortas. Y en cualquier caso queda totalmente prohibida la poesía, los boleros, el tango en particular y el baile en general, a excepción de la jota aragonesa.

Por si acaso, el sector de la impostura dedicado a vender gato por liebre ya ha previsto lanzar una campaña para aliviar el luto: un dos por uno en las flores de plástico, la supresión del IVA en los artículos que contengan prozac, y a quien compre bromuro, de regalo, las memorias de Rouco Varela. Y para reforzar la economía, los propietarios del Tesoro Público esperan colocar en el mercado unos tres mil millones de trillones en bonos del invierno.

Mientras tanto, los parias de la tierra, los tres osos que quedan en España y el árbol de la flor de la candela ya han convocado manifestaciones a través de las redes sociales. Para empezar, en Facebook han creado un grupo de insumisos contra el frío, en Twitter la palabra primavera domina en el top-ten de trending topics, y en Google echa humo el polvo enamorado de Quevedo. A pesar de que vienen malos tiempos para la poesía, fuentes próximas a Isla Negra anuncian un aluvión de velas en la tumba de San Pablo Neruda.

Así las cosas, nadie sabe bien qué pasará mañana en este mundo, si ganarán los ceros a la izquierda o “el nudo de la soga que los ata”. El Norte con su spa recién pintado o el Sur con su charquito desconchado. Hay quien está a favor de reducir el déficit del sol que más calienta a costa de su plato de lentejas, de esperar a que pase la tormenta “y llegue el día, el día en que, por fin, las cosas dejen de venir mal dadas”, y hay quien no marca el paso en los desfiles por el placer de hincharle los cojones al triste que arrestó la daga de Julieta. Dicho de otra manera: pueden quedarse quietos mirando cómo anulan los trenes en los que iban a escapar o pueden dimitir al jefe de estación. ¿Quién ganará esta guerra que hoy comienza?
P.D. Wikileaks ha publicado la lista con los nombres y apellidos de miles de insurgentes dispuestos a morir por la utopía, y el cuadro de los mandos elegido por las musas unánimemente: al frente del ejército de Tierra figura el coronel Aureliano Buendía, el Temido gobierna la Marina, y las tropas del Aire las comanda el comandante Ernesto Che Guevara. La jefa de esta utópica legión, una sola mujer: la poesía.

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