Competición y colaboración

Por Tin Morin

En la teoría evolutiva hay varios factores que influyen en el desarrollo de las especies, dos fundamentales son la competencia y la colaboración. La cuestión es más importante de lo que parece desde el punto de vista sociopolítico, los sistemas liberales dicen basarse en la libre competencia mientras los sistemas planificados se suponen colaborativos; esto es así porque los primeros se basan en los fines individuales de los ciudadanos mientras que en los segundos los fines deben establecerse en la planificación y por lo tanto deben ser comunes.

Creo que ambos sistemas son utópicos, es decir, irrealizables en todos sus términos de manera absoluta, tanto el libre mercado como la economía planificada establecen unas premisas para su correcto funcionamiento que son de imposible cumplimento, y algo tan simple de observar nos trae de cabeza desde hace siglos.

Díganme si no es simple de observar: la economía de libre mercado implica para su perfecto funcionamiento ausencia de monopolios, productos homogéneos entre los diferentes productores, información completa y gratuita, libre entrada y salida del mercado, movilidad perfecta de bienes y factores, y que no hay costos de transacción; esto nunca se ha cumplido en ningún lugar del mundo, así de simple. Por otro lado la economía planificada supondría conocer y servir los fines individuales de cada ciudadano y, aun suponiendo que no hubiese intereses contrapuestos, compaginarlos de alguna manera mediante una planificación común, tamaña labor se ha demostrado imposible también.

en nuestro sistema económico actual basado fundamentalmente en la competencia la colaboración está muy infravalorada, no veo un camino mejor para salir de la crisis que investigar cómo la colaboración puede mejorar nuestra actividad económica frente a la competencia

Esto históricamente llevó a la conclusión de que era necesaria una economía mixta, es decir, que respetase la libertad de los individuos para perseguir sus propios fines pero en la que interviniese el estado para corregir los defectos que el mercado tiene, dada su imperfección e incapacidad por sí solo para acometer proyectos necesarios como han sido y son aún hoy por ejemplo las grandes obras públicas. Este análisis corresponde a lo que algunos han llamado social liberalismo, otros tercera vía, otros intervencionismo estúpido y otros traición a la clase obrera…

Yo me pregunto, si la crisis abrumadora que atravesamos desde que la crisis de las hipotecas subprime mostró lo devastadora que puede llegar a ser dentro del ciclo capitalista la desregulación de un sector como el de los servicios financieros, dejando en manos de los fines individuales de unos pocos individuos la economía del mundo, y si históricamente no ha habido economía planificada que no conllevase un régimen totalitario y un empobrecimiento general de la población: ¿cuál es la verdadera razón de que todo el mundo esté de acuerdo ahora en sepultar el social liberalismo?, ¿no es la envidia de casi todo el mundo el modelo escandinavo?, ¿por qué nadie hoy se centra en mejorar ese modelo y más bien al contrario desde un lado y desde el otro se empeñan “todos” en darlo por muerto

Yo creo al igual que Kropotkin que la colaboración es la fuerza social fundamental, y creo que en nuestro sistema económico actual basado fundamentalmente en la competencia la colaboración está muy infravalorada, no veo un camino mejor para salir de la crisis que investigar cómo la colaboración (la de verdad, no la que usa la palabra simplemente para esconder una competencia más, muchas veces desleal) puede mejorar nuestra actividad económica frente a la competencia, y a partir de ahí mejorar un modelo social liberal, porque yo también como Kropotkin afirmo desde la anarquía la libertad radical del individuo, y por lo tanto no comparto que una burocracia estatal planifique la actividad económica de todos los ciudadanos, imponiéndoles unos fines homogéneos establecidos por una élite.

la economía de libre mercado implica para su perfecto funcionamiento ausencia de monopolios, productos homogéneos entre los diferentes productores, información completa y gratuita, libre entrada y salida del mercado, movilidad perfecta de bienes y factores, y que no hay costos de transacción; esto nunca se ha cumplido en ningún lugar del mundo, así de simple

El funcionamiento colaborativo y no competitivo es un modelo natural, más aún, es el modelo más abundante que podemos observar en la naturaleza; en ella claro que existen especies individualistas que funcionan bajo la más descarnada competencia, pero es el modelo colaborativo el que identifica a las especies más exitosas. Recientes estudios que empezaron en el análisis de las granjas de gallinas descubrieron que las “súper gallinas” ponedoras sólo mantenían su excelente producción a costa de la producción de las gallinas a su alrededor; avanzando con el estudio hacia el comportamiento humano se ha descubierto de igual manera que los resultados de los equipos de profesionales más productivos no son los que cuentan con elementos excelentes, más sobresalientes y competitivos en sus aptitudes, elementos cuya sobresaliente producción se realiza a costa de la disminución de la producción de sus compañeros, como ocurre con las «súper gallinas», sino los equipos con gente común que se conoce más y colabora más con el resto del equipo.

Eso es lo que necesitamos, más colaboración y menos competencia.

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