Economía | ¿Puede salvar el coche eléctrico a la sociedad industrial?

Por Jaime Nieto @jaimenie


Para frenar el cambio climático, objetivo ya explícito de la comunidad internacional, deberían dejarse bajo tierra en torno al 82% de las reservas de carbón, el 49% de las de gas natural y el 33% de las de petróleo[1]. Este improbable ejercicio de autocontención implicaría una transformación sin precedentes de la generación eléctrica (carbón y gas natural) y del transporte (petróleo). ¿Está preparado el sistema socioeconómico actual para absorber estas transformaciones sin ver alterados sus cimientos? El caso del transporte y la burbuja en torno a Tesla, la empresa que parece llamada a liderar esta revolución, dibujan un buen retrato de las contradicciones que enfrenta esta nueva “revolución” de los transportes. A finales del siglo XIX, la explosión del transporte por ferrocarril y barco provocaron la conocida como ‘crisis finisecular’. ¿Qué podemos esperar de esta transformación? ¿Es viable?

En este sentido, para las economías “desarrolladas”, que consumen más petróleo del que producen, la transición en el transporte se trata de una cuestión de seguridad energética. En España, por ejemplo, la importación de este recurso cuesta en torno a un 2-5% del PIB cada año. La Eurozona ha de importar prácticamente todo el petróleo que consume y, con el proveniente de aliados estratégicos como Noruega, no es suficiente. EE.UU, por su parte, sigue siendo importador neto a pesar del crecimiento del shale oil y, la OCDE en su conjunto, también ha de importar gran parte del petróleo que requieren sus economías. En un contexto en el que el pico del petróleo convencional ya ha sido reconocido, en el que el petróleo restante es de peor calidad energética, más costoso de extraer y en el que las inversiones en nuevas prospecciones se encuentran lastradas por los bajos precios del crudo, la electrificación del transporte es un imperativo para las economías avanzadas. No se trata tanto de luchar contra el cambio climático, como de salvar la sociedad industrial y el modo de producción capitalista.

En el camino, por supuesto, se lograrían ventajas nada despreciables en todos los aspectos, menor ruido en las ciudades e incluso un nuevo boom económico en torno al coche eléctrico. Pero, ¿a qué retos se enfrenta esta gran transformación? Y, sobre todo, ¿pueden superarse?

Las sombras

En primer lugar, una cuestión de orden: la electrificación no sirve de nada si antes no se ha transitado a un modelo de generación eléctrica renovable. De no ser así, se dejaría de consumir petróleo en los vehículos para consumirse carbón, gas natural y/o petróleo en el sector eléctrico, siendo el remedio peor que la enfermedad.

En segundo lugar, no debe olvidarse que de lo que se está hablando aquí es de sustituir una tecnología por otra sin cuestionar el modelo de movilidad. Lo que la empresa de Elon Musk (Tesla) requiere para ser económicamente viable es poner un coche eléctrico allá donde hubiera otro de motor. Y, aunque todo el debate se está enfocando en reducir el coste de las baterías para que el consumo de vehículos eléctricos se pueda generalizar, la pregunta que debería formularse es si hay litio suficiente en el planeta como para lograrlo. Por desgracia, las reservas actuales de este material permitirían fabricar unos 750 millones de vehículos Tesla, mientras la flota actual de vehículos a gasolina es superior a los 1.000 millones. Además, no quedaría un gramo de litio para fabricar teléfonos móviles, ordenadores portátiles, etc.

En tercer lugar, el modelo de negocio de Tesla se parece más a la clásica burbuja que a un proyecto sólido. Elon Musk pretende ser el Ford del siglo XXI pero en un contexto muy diferente. El éxito del viejo automóvil solo se explica en el mundo en el que las élites comprendieron que la producción en masa solo era posible si los salarios de sus trabajadores eran suficientes como para consumir en masa. En el mundo postneoliberal, el consumo se encuentra lastrado por las incontables devaluaciones salariales vividas desde los años 80 y acentuadas tras la ‘Gran Recesión’. Lo cierto es que Tesla no deja de arrojar pérdidas y tan solo mantiene su cotización bursátil –que, simplificando, refleja la capacidad de generar beneficios futuros que asignan los accionistas- gracias a la enorme burbuja de expectativas generadas en torno al vehículo eléctrico. Como toda burbuja, si las cosas no cambian drásticamente, estallará. Por si fuera poco, en esta carrera a contrarreloj por abaratar costes, Tesla parece estar alimentando su principal amenaza –el débil pulso del consumo- acudiendo al trabajo semiesclavo.

La alternativa

Por lo tanto, por el momento la gran revolución de Tesla no parece ser sostenible ni económica, ni ecológica, ni socialmente. Se trata de una burbuja que conviene pinchar cuanto antes y caminar rápido hacia las alternativas viables. El endiablado diseño urbano de la era fósil no puede sobrevivir a la misma y, por lo tanto, deben reconfigurarse las ciudades para acercar centros de trabajo, ocio y comercio a los de residencia. En definitiva, construir ciudades más compactas en las que prime el transporte colectivo y no motorizado. Por supuesto, esto no requiere despreciar el coche eléctrico, como tal, que puede tener un uso sostenible a través de los coches compartidos o iniciativas ya hoy exitosas de alquiler puntual frente a la compra. Del mismo modo, poco se ha hablado de la electrificación del transporte de mercancías, más complicada por carretera, prácticamente imposible por aire pero más viable por ferrocarril. La electrificación del ferrocarril, por lo tanto, debiera ir acompañada de una apuesta por el comercio y la producción local y de repensar el modelo de comercio internacional, donde tratados como TTIP y el CETA serán cada vez (todavía) más inviables. Así pues, existen soluciones que huyen de atajos insostenibles pero de apariencia amable e incluso progresista. El principal escollo de estas soluciones es que se llevarían por delante algunos de los fundamentos sobre los que se sostiene el sistema socioeconómico actual. Razón de más para seguir apoyándolas y dando visibilidad.

[1] McGlade, C., & Ekins, P. (2015). The geographical distribution of fossil fuels unused when limiting global warming to 2 °C. Nature, 517, 187-190.

 

11 Comments

  1. Cada uno por lo suyo, los vehiculos electricos transfieren la contaminación fuera de la ciudad. Pues los de fuera de la ciudad tenemos que hacer algo, por ejemplo en lugar de revisar un ascensor pues eliminar la seguridad.

  2. En mi opinión, no has captado la esencia del objetivo de Tesla o la electrificación de la flota mundial.

    Empecemos por las sombras:

    «la electrificación no sirve de nada si antes no se ha transitado a un modelo de generación eléctrica renovable»

    Falso, el vehículo eléctrico es mucho más eficiente que el de combustión y, además, es infinitamente más sencillo controlar/mejorar el rendimiento y las emisiones de un solo punto fijo que de millones de puntos móviles.

    Con el mix energético actual de España, ya produce menos emisiones un vehículo eléctrico que uno de combustión y eso no hará más que mejorar.

    La generación renovable y la movilidad eléctrica son dos mercados que deben ir de la mano junto con la acumulacion de electricidad estacionaria. Tesla está trabajando fuertemente en estos tres ámbitos: generación, acumulación y movilidad. No esperaremos a tener energía 100% renovable para desarrollar vehículos eléctricos, eso sería irresponsable.

    «si hay litio suficiente en el planeta como para lograrlo»

    Lo bueno de las baterías es que no dependen del litio exclusivamente, ya se está trabajando en otras tecnologías y es altamente probable que de aquí a 10-15 años, tengamos baterías que usen menos litio o que usen otros materiales más abundantes. Además, el litio es reciclable, los problemas llegarían antes de otros materiales como el cobalto.

    Aún faltan años para que se vendan del orden de millones de vehículos eléctricos al año, a medida que surjan cuellos de botella como el abastecimiento de litio, se tendrán que ir solucionando.

    La alternativa

    «el modelo de negocio de Tesla se parece más a la clásica burbuja que a un proyecto sólido»

    Los inicios de las compañías tecnológicas no son sencillos. Amazon perdió dinero durante más de una década; Uber pierde dinero de forma frenética; se espera que AirBnB tenga beneficios durante el 2020… pero son empresas con músculo financiero por diferenciarse del resto y ofrecer expectativas de futuro al igual que hace Tesla.

    Si uno no hace caso a la bolsa y se fija en los hitos de la empresa, podrá verse una evolución meteórica y un avance tecnológico y de perspectiva brutal. ¿Quién hubiera dicho que los vehículos eléctricos podían ser mejores que los de combustión en muchos aspectos?

    Es cierto que apuestan todo lo que tienen en la mesa porque están en uno de los mercados más complejos del mundo pero tienen el mejor vehículo eléctrico del mercado, la mejor batería estacionaria, de los mejores precios en leasing solar (Solar City) y ahora presentaron las tejas solares, un producto con gran potencial.

    «acudiendo al trabajo semiesclavo»

    Eso es pura demagogia. Cuando los demás fabricantes huyen de California y de cualquier país desarrollado para pagar menos a sus trabajadores, Tesla está ampliando la fábrica de Fremont y montando la Gigafactoría en Nevada (y la Gigafactoría Solar en Buffalo, Nueva York). Eso sí, un pequeño incidente con una subcontrata ya lo equipara con un negrero tipo Apple y las famosas redes antisuicidio de Foxconn.

    «Se trata de una burbuja que conviene pinchar cuanto antes y caminar rápido hacia las alternativas viables.»

    «esto no requiere despreciar el coche eléctrico, como tal, que puede tener un uso sostenible a través de los coches compartidos»

    Veamos, pretendes pinchar la burbuja de Tesla, la empresa que más enfasis está poniendo en la electrificación y futura plena autonomía de sus vehículos, el impulso de la solar y los elementos para hacerla viable como única fuente de energía para buscar alternativas viables pero la alternativa viable es compactar las ciudades? Y unas líneas más tarde no descartas el coche eléctrico? Vamos bien entonces.

    «poco se ha hablado de la electrificación del transporte de mercancías, más complicada por carretera»

    Te suena el Tesla Truck, el Nikola One o el Mercedes Urban E-Truck? O mejor, la empresa Wrightspeed, fundada por un cofundador de Tesla, Ian Wright, que pretende hibridizar los camiones de basura? Cuando las baterías bajen más de precio y se mejore el grado de autonomía, veremos camiones eléctricos y autónomos por las calles.

    «El principal escollo de estas soluciones es que se llevarían por delante algunos de los fundamentos sobre los que se sostiene el sistema socioeconómico actual»

    Lo quieras o no, se necesita al sistema para cambiar al sistema. Tesla ha conseguido hacer cool algo propio de ecologistas y treehuggers. Si eso hace perder dinero a unos cuantos bancos e inversores durante un tiempo, a mí me vale.

    • Gracias por tus comentarios. Creo que en cuanto a las emisiones y el litio cometes el error de no comprender la escala y el factor temporal de este problema. No basta con emitir menos que un vehículo a motor o con esperar pacientemente a que la tecnología sea capaz de desarrollar mejores baterías y otras que no dependan del litio o bajadas de precio en el transporte de mercancías. Las emisiones tienen que reducirse prácticamente a cero en los próximos 30-40 años y para ello es esencial que el sector del transporte deje de emitir cuanto antes. No basta con mejoras de eficiencia.

      Tesla, como empresa, arroja muchas dudas. Y esto no te lo dice este demagogo ecologista, sino hasta la prensa económica más convencional..

      Ningún comentario sobre lo del trabajo semiesclavo. Cada cual pone el listón de la decencia donde quiere (aunque no el de los DDHH y los laborales, veremos qué pasa con las denuncias).

      Tan solo indico que el vehículo privado eléctrico es una tecnología a la que se le puede dar un uso razonablemente sostenible si no está basada en el actual modelo de transporte.

      Un saludo.

      • Gracias a ti por responder.

        Estoy contigo en el tema emisiones, deben reducirse drásticamente a la de ya. Pero para ello, debemos encontrar un camino factible y que no implique un cambio radical de paradigma socioeconómico. La combinación de vehículo eléctrico (con imanes sin tierras raras), energías renovables, almacenamiento estacionario de energía y conducción autónoma es la alternativa más viable actualmente para esa reducción drástica que necesitamos.

        El litio y las emisiones actuales que se generan al cargar un vehículo eléctrico por tener una red sucia son unos contras de peso, pero no vas a encontrar una alternativa sin peros. El rediseño de ciudades no podrá hacerse en 30-40 años por muy idealistas que seamos.

        Está clarísimo que arroja dudas, la primera empresa que lo apuesta todo por el vehículo eléctrico, la primera en crear una red de cargadores superrápidos por las principales áreas pobladas del primer mundo,… pero eso no nos da derecho a «pinchar la burbuja». Es una apuesta muy fuerte con un riesgo grandísimo pero creo que vale la pena tomar ese riesgo para mejorar la movilidad actual. Yo tengo un Model 3 reservado, si puedo, me lo compraré y será 3 veces más caro que mi actual coche. En parte lo hago porque molan y en parte porque es mi modo de apoyarles económicamente.

        Es cierto que con el vehículo eléctrico solamente no haremos nada pero hay que empujar por todos lados para cambiar el modelo actual y el vehículo eléctrico es una pieza clave.

        • Interesante debate el vuestro. Mi opinión tiene un poco de la de cada uno.

          Primero está el hecho de que los coches Tesla son coches caros, y no se debe únicamente a la tecnología relacionada directamente con ser 100% eléctricos, sino a que son máquinas de muy altas prestaciones. El Model 3, su modelo más barato, es un cochazo se mire por donde se mire, y busca venderse a gente que puede permitírselo. En ese sentido tiene un modelo de negocio similar al del gigante Apple, en el que una suerte de mesías (llámese Elon Musk o Steve Jobs) te recomienda un producto extraordinario y único (sea o no verdad) por el que hay que pagar más. Tesla, al menos de momento, no está pensada para cualquiera. En este aspecto cabe destacar las intenciones de futuro de algunas empresas del motor japonesas. Japón cuenta con el mejor y más amplio sistema de recarga eléctrica de coches, y no es por casualidad. Allí la infraestructura ya está por encima de la demanda, y los coches que están en proyecto, independientemente de los híbridos, son coches mucho más asequibles. Si se toma como referencia este modelo de negocio y no el de Tesla, el cambio sería más posible. Recordemos, no obstante, que Tesla puso a disposición de quien quisiera muchas patentes de sus sistemas. Evidentemente con la intención de que crezca un mercado de los que ellos saldrían como una nueva Ferrari. Pero es verdad que otros dan menos.

          Segundo está el tema del litio. Aunque las baterías sean cada vez más eficientes y usen cada vez menos litio, aunque el litio sea efectivamente reutilizable, lo cierto es que los coches no son lo único que lo usan. Y aquí no hablamos sólo de pequeños dispositivos portátiles (que entre todos son millones de baterías de coches), sino directamente de las propias Gigafactory de Tesla. Existen ya varias noticias sobre los problemas de algunos pequeños fabricantes de conseguir litio en el mercado por culpa de la enorme demanda de este elemento por parte de la empresa de Elon Musk, que están comprando a lo grande, especialmente para la construcción de Gigafactory 1. Si sólo una compañía es capaz de acaparar litio hasta el punto de ser visible, imaginemos qué ocurriría si varias compañías compitieran por este. Y es evidente que ni Tesla ni ninguna otra va a construir todos los vehículos del futuro, sino que serán varias empresas, y puede convertirse en un nuevo petróleo, incluso en el aspecto bélico o de mafias que controlen su extracción. Naturalmente que la investigación en cuanto a otro tipo de baterías sigue adelante y aunque la probabilidad nos dice que es posible que en breve exista un nuevo tipo de batería, la evidencia nos dice que podría no ser así, y llegaríamos a un punto muerto o peor, un retroceso.

          Tercero, en cuanto a la propuesta de acercar las zonas de trabajo (entiendo que industrial) a núcleos de población más compactos, sinceramente, lo veo muy poco realista y algo que, aunque estoy completamente a favor, harían falta una cantidad de millones y de años para ponerlo en práctica que lo harían inviable incluso si consiguiéramos salir del sistema neoliberal en el que nos encontramos. Creo que sería un trabajo de décadas, si no de siglos.

          Gracias a los dos.

  3. Los grandes problemas que genera el coche actual son la contaminación y los acidentes, con el coche eléctrico se cambia la contaminación a otro sitio y no se mejoran los accidentes. En la ciudad es donde afecta la contaminación pero actualmente crece la población mientras fuera decrece con lo cual se aumentará el fenómeno. Una solución antiigualitaria.

    • Contaminación, atascos y accidentes básicamente.

      Contaminación: el vehículo eléctrico es menos contaminante con el mix energético español y cada vez lo será menos a medida que hagamos la transición a una red 100% renovable. El vehículo eléctrico puede ayudar a realizar este cambio usando las baterías con la tecnología V2G o dándoles una segunda vida como baterías estacionarias.

      Atascos y accidentes: gracias a la precisión de los sistemas eléctricos frente a los motores de combustión, son el perfecto partner para la conducción autónoma. Ésta llegará en breve, coincidiendo con la explosión en ventas del vehículo eléctrico. Los accidentes disminuirán y los atascos se pueden ver reducidos si pasamos de un modelo de propiedad a un pay-per-use, algo que ya anticipa Tesla con la Tesla Network.

      Las pequeñas vans eléctricas de reducida capacidad (10 ocupantes) y autónomas son la mejor alternativa para la movilidad urbana del futuro. Tesla lo tiene en cuenta y presentará su propuesta en los próximos meses.

  4. muy buen articulo,gracias por tu trabajo.Bueno en mi modestisima opinion si los coches electricos son una buena solucion,seguramente evolucionaran para no depender tanto,digo las baterias,del litio.El verdadero empoderamiento es la autogeneracion energetica,tanto a nivel individual como de grupos que se unen para producir su propia energia.Si conseguimos la autogeneracion energetica el siguiente paso es producir las verduras nosotras mismas ,en las ciudades,en las azoteas abejas y pequeños huertos,en el interior verduras con luz artificial¡¡¡si ya lo hacemos con la marihuana,lo proximo sera nuestra producir nustra comida.SOBERANIA ENERGETICA,CAMBIO TECNOLOGICO Y ECONOMIA MORADA,VERDE Y DEMOCRATICA¡¡¡SI SE PUEDE¡¡PODEMOS AL PODER¡¡¡¡

    • Hola!

      Gracias por tu comentario. Lamentablemente, confiar en los «seguramente» probablemente no sea la decisión más sensata. La reducción en el consumo de combustibles fósiles debe ser drástica y esto exige una transformación del transporte como nunca antes se había presenciado. En este sentido, los límites de la línea consistente en sustituir la actual flota de combustión por otra eléctrica presenta una serie de dificultades bastante fuertes, que es lo que trataba de expresar en el artículo.

      Respecto a la autogeneración, confío más bajo los criterios de empoderamiento, eficiencia y sostenibilidad en la generación comunitaria cooperativa que en las instalaciones individuales.

      Un saludo.

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